Por Agroempresario.com

La tarta de queso ha sido, por décadas, un clásico infaltable tanto en las mesas de Argentina como en las de otros países. Con una fuerte tradición local, la tarta de ricota ha sido el ícono indiscutido, acompañado por la mundialmente famosa cheesecake estadounidense. Sin embargo, en los últimos años, un nuevo contendiente ha emergido para desafiar el reinado de estas delicias: la tarta de queso vasca, que desde el País Vasco se expandió por Europa y, más recientemente, por el resto del mundo, incluyendo Argentina.

La famosa tarta de queso española, impulsada por el restaurante La Viña en San Sebastián, ha logrado captar la atención de los amantes de la gastronomía global gracias a su textura cremosa y su peculiar preparación. Lo que la diferencia de otras versiones es su cocción: un exterior caramelizado y un interior tan suave que se asemeja a una natilla. Además, en lugar de utilizar bases de galletitas o toppings, como en las cheesecakes tradicionales, la tarta vasca apuesta por la simplicidad de los ingredientes, destacando el sabor de los quesos utilizados, como el queso crema y variaciones que enriquecen la receta.

La clave de su éxito en Argentina se puede rastrear al punto de inflexión en 2021, cuando The New York Times la nombró como uno de los sabores del año. Desde entonces, la tarta vasca se ha convertido en una tendencia mundial, que no solo ha cautivado a chefs internacionales, sino que también ha encontrado su espacio en las redes sociales, siendo compartida por influencers y cocineros locales como Dolli Irigoyen, Tefi Russo y Nati Penchas.

En Buenos Aires, algunos de los restaurantes más prestigiosos han incorporado esta nueva versión a sus menús. Lugares como Sagardi, Paquito y Mostrador Olivos han apostado por la tarta vasca, cada uno con su propio toque: desde versiones sin gluten hasta variaciones con quesos de diferentes texturas y sabores. Incluso, en locales como Barragán Café o Neko, la tarta se ha reinventado con ingredientes poco convencionales, como el chocolate o el té matcha, creando un nuevo abanico de posibilidades para los comensales.

Uno de los ejemplos más claros del éxito de esta tendencia en Argentina es Joaquín Vasco, el local que abrió sus puertas en Nordelta y que se ha especializado exclusivamente en tarta de queso vasca. Con una variedad de versiones que van desde la clásica hasta combinaciones como pistacho o chocolate belga, Joaquín Vasco ha logrado imponer esta receta como un verdadero fenómeno gastronómico, que ha conquistado a los argentinos.

A través de este fenómeno gastronómico, la tarta de queso vasca no solo ha llegado para diversificar las opciones tradicionales, sino también para traer consigo una nueva forma de disfrutar los sabores del mundo. Y, como toda buena tendencia, ha logrado adaptarse perfectamente a la cultura argentina, demostrando que, cuando una receta es buena, no importa de dónde venga: siempre será bienvenida.