La producción de alimentos es uno de los ejes de mayor potencial transformador de la Argentina. La diversidad productiva y el valor agregado de la industria agroalimentaria, permiten sostener una oferta que cumple con los estándares exigidos en los mercados internacionales, con productos de excelencia por su calidad, variedad y volumen.
La mejora de las capacidades competitivas de las empresas agroalimentarias nacionales es un proceso en el que el sector público y privado trabajan en conjunto intensamente.
Mediante capacitaciones, brindando herramientas de comunicación y comercialización, o a través de la ponderación de características de mercado distintivas como trazabilidad, Indicación Geográfica, sello “Alimentos Argentinos” o sistema de producción orgánica, se mejora la competitividad y posicionan los productos agroalimentarios argentinos en mercados nacionales e internacionales.
Las Pymes que producen alimentos como panificados, galletitas y bizcochos representan el rubro más importante del sector: un 37,8% del total. Otras empresas de importante participación en el rubro son las de pastas secas, carnes, chacinados y embutidos, que juntas reúnen cerca del 18%.
Los destinos principales de las exportaciones son: la Unión Europea, que recibe el 30,7%; Asia, casi el 29%, considerando China a India; y el Mercosur, un 16%.