Por Agroempresario.com
La producción global de arroz alcanzará un máximo histórico en el ciclo 2024/25, con una proyección de 535 millones de toneladas, un incremento del 2% respecto al período anterior. Este logro responde a factores clave como la optimización de cultivos en India y el aumento sostenido de la demanda, particularmente en África, que consolidan al arroz como un alimento esencial para miles de millones de personas en el mundo.
India, el mayor exportador mundial de arroz, basa su éxito en una planificación agrícola estructurada en tres ciclos:
Kharif (junio a octubre), cuando las lluvias monzónicas permiten sembrar extensas superficies.
Rabi (noviembre a marzo), donde el riego asegura la continuidad de la producción tras el monzón.
Verano, que complementa la oferta anual durante los meses cálidos.
Con más de 20 millones de toneladas destinadas a exportación en 2024, India no solo lidera el comercio global, sino que garantiza la seguridad alimentaria de su población.
Mientras India domina la oferta, África encabeza el crecimiento de la demanda global. Se estima que las importaciones del continente aumenten un 3% en 2024, impulsadas por el crecimiento poblacional y la adopción del arroz como alimento básico. América Latina también se suma al protagonismo, integrando el cereal en sus dietas cotidianas.
En el contexto regional, Argentina destaca por su eficiencia productiva. Con 1,6 millones de toneladas anuales, concentra el 90% de su superficie sembrada en Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe. Más del 50% de la producción se destina a exportación, con Brasil como principal comprador, seguido por Chile, Senegal e Irán.
En la última década, la producción argentina creció un 121%, gracias a avances en calidad y rendimiento. Además, el 55% del arroz exportado se adapta a las demandas internacionales con formatos semiblanqueados o partidos, posicionando al país como un competidor estratégico en mercados clave.
El récord proyectado para 2024/25 no es solo una cifra impresionante, sino un testimonio del esfuerzo colectivo para satisfacer las crecientes necesidades alimentarias del mundo. Desde los campos de India hasta las tierras argentinas, cada grano de arroz representa la unión de culturas y tradiciones en torno a un objetivo común: alimentar al mundo.
El arroz, más que un alimento, es un símbolo de seguridad alimentaria y conexión global, reflejando el compromiso con un futuro sostenible.