Por Agroempresario.com
La campaña agrícola en el norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe comienza con resultados alentadores. Los primeros lotes de trigo y arveja, a pesar de los desafíos climáticos, están mostrando rendimientos que superan las expectativas iniciales.
En Bigand, Santa Fe, el productor José María Piccioni reportó rindes variables en los primeros lotes de trigo, que oscilaron entre 3.700 y 6.000 kilos por hectárea. “La sequía y las heladas tardías impactaron, pero en las áreas con condiciones agronómicas óptimas, los resultados son excelentes”, destacó. Según Piccioni, las lluvias recientes fueron determinantes para mejorar las perspectivas de la campaña.
Mientras tanto, en Ramallo, Buenos Aires, el productor Daniel Berdini informó que la cosecha de arveja está en pleno desarrollo, con rendimientos de entre 20 y 25 quintales por hectárea. Aunque consideró estos resultados "satisfactorios pero no extraordinarios", subrayó que las lluvias ayudaron significativamente al desarrollo de los cultivos. Berdini anticipa que la cosecha de trigo comenzará en su zona la próxima semana, con expectativas moderadas pero positivas.
Piccioni señaló que esta campaña, considerada “el primer trigo de la era Milei”, se desarrolla en un marco de incertidumbre climática, caracterizado por sequías y heladas. No obstante, los primeros rendimientos traen alivio a los productores, quienes temían resultados más bajos. Piccioni también remarcó la importancia de centrarse en la productividad, afirmando: “Debemos priorizar aumentar los rindes, potenciar la productividad y agregar valor a la producción”.
Por otro lado, Berdini advirtió sobre los desafíos económicos. “Los costos están muy elevados debido a la inflación en dólares. Esto complica la inversión en insumos y repuestos”, explicó. Sin embargo, señaló un crecimiento en la siembra de girasol, un cultivo menos afectado por retenciones y con precios más competitivos.
La siembra de soja avanza a buen ritmo en ambas provincias, beneficiada por las recientes lluvias. Berdini mencionó que las sembradoras están trabajando intensamente en los campos, no solo con soja, sino también con maíz, girasol y sorgo. A pesar de algunos problemas con la calidad de las semillas de soja, los productores han aplicado estrategias para evitar resiembras y garantizar un buen stand de plantas.
En cuanto al maíz, las perspectivas son optimistas, aunque el impacto de la inflación y la falta de tecnologías avanzadas siguen siendo preocupaciones recurrentes para el sector.
Berdini enfatizó que la reducción de la presión fiscal es crucial para que los productores puedan aumentar sus inversiones. “El futuro del sector depende de las políticas fiscales que adopte el Gobierno”, sostuvo, advirtiendo que sin anuncios concretos, los productores podrían optar por limitar sus actividades. Además, expresó su inquietud por la posibilidad de una nueva Niña, aunque los estudios climáticos actuales indican que sería de menor intensidad.
Con los primeros resultados de la cosecha en marcha, los productores del norte bonaerense y sur santafesino enfrentan un escenario desafiante, pero con señales alentadoras. Mientras el clima y las políticas económicas juegan un rol central, el sector agropecuario continúa demostrando su capacidad de adaptarse y superar adversidades.