Por Agroempresario.com
La reciente decisión de eliminar el anticipo del 95% del impuesto PAIS, que se hará efectiva en un mes, marca un giro significativo en la dinámica cambiaria. Esta medida no solo afecta al dólar financiero, que podría experimentar una disminución en la brecha con el tipo de cambio oficial, sino que también repercute en la inflación y en la estructura económica general.
Con el fin del impuesto, el dólar importador recupera competitividad, ubicándose ayer en $1037 según el mercado mayorista. Esto implica un descenso respecto a los $1114 que regían bajo el régimen anterior. Este ajuste fomenta un cambio en el comportamiento de los importadores, quienes ahora encuentran el mercado oficial como una opción más atractiva frente al dólar financiero. Analistas prevén que esta menor demanda podría presionar a la baja al dólar MEP y al contado con liquidación (CCL), reduciendo significativamente la brecha cambiaria.
La disminución de la brecha podría llevar a una convergencia de hecho entre los distintos tipos de cambio, excepto el oficial. Sin embargo, el impacto total dependerá de cómo reaccione el mercado oficial ante una mayor demanda de divisas. Aunque los importadores todavía aprovechan las condiciones actuales, el diferencial del 7.2% frente al CCL podría redirigir las operaciones hacia el mercado oficial. Esto podría aliviar la presión sobre el dólar financiero, garantizando una oferta estable gracias a las liquidaciones exportadoras.
La eliminación progresiva del impuesto PAIS ya ha mostrado efectos sobre la inflación mayorista. En octubre, los productos importados registraron una caída del 0,5%, contribuyendo al menor índice inflacionario mayorista en cinco años (1,2%). Este descenso podría trasladarse al índice de precios al consumidor, reduciendo la presión inflacionaria y permitiendo al Gobierno moderar el ritmo de aumento del dólar oficial, actualmente en torno al 2% mensual.
El Gobierno anticipa que los datos de inflación de enero podrían marcar un punto de inflexión, permitiendo una política cambiaria menos restrictiva. Si las cifras de diciembre resultan positivas, es posible que se adelanten ajustes en el calendario económico. En este contexto, la eliminación del impuesto PAIS aparece como un catalizador clave para la estabilización del mercado cambiario y el control inflacionario, con un impacto directo en el poder adquisitivo y la economía real.
Esta decisión subraya la importancia de las políticas fiscales como herramienta para equilibrar los distintos frentes económicos en un contexto de alta volatilidad y desafíos estructurales.