Por Agroempresario.com
Argentina se posiciona como un actor clave en el mercado mundial de aceites vegetales, destacándose como el primer exportador de aceite de soja y el cuarto productor tanto de este como de aceite de girasol. Según un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA), durante las últimas diez campañas, el país exportó el 68% del aceite de soja y el 50% del aceite de girasol producido.
El aceite de soja lidera las exportaciones argentinas de este sector, alcanzando un total de 4,3 millones de toneladas exportadas hasta octubre de 2024, un 10% por encima del promedio de la última década. Estas exportaciones generaron ingresos por USD 4.287 millones, posicionando este subproducto como el cuarto más vendido al exterior en lo que va del año.
A nivel global, el aceite de palma domina el mercado, representando el 35% de la producción total y el 56% del volumen comercializado. Le siguen el aceite de soja (29% de la producción y 14% del comercio) y el de girasol (9% de la producción y 14% del comercio). Indonesia lidera la producción de aceite de palma, mientras que China encabeza la de soja, la Unión Europea la de colza, y Rusia la de girasol.
En este contexto, Argentina ocupa el cuarto lugar en la producción de aceites de soja y girasol, pero sobresale como el principal exportador de aceite de soja, con una participación global del 46%.
El informe de la BCCBA también subraya la importancia de los aceites vegetales en la dieta humana y como insumos para biocombustibles sostenibles. Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), se espera que en la campaña 2024/25 la producción y el consumo mundial de aceites vegetales alcancen un récord histórico, con 227 y 224 millones de toneladas respectivamente.
En el país, la industrialización de aceites vegetales representa un importante agregado de valor a las materias primas. Además del aceite de soja y girasol, también se procesan aceites de maíz, maní, canola y lino. En el caso del aceite de girasol, la producción alcanzó 1,4 millones de toneladas hasta octubre de 2024, con 880 mil toneladas exportadas, un 30% más que el promedio de los últimos diez años. Este rubro generó ingresos por USD 770 millones en el mismo período.
Por otro lado, el aceite de canola muestra signos de recuperación. Después de un período de declive desde 2015, en 2024 se industrializaron 6.600 toneladas y se retomaron las exportaciones tras cinco años de ausencia en el mercado internacional.
El futuro del mercado de aceites vegetales está vinculado a su papel en la transición energética. Según el informe, estos productos tienen un gran potencial como insumos para biocombustibles sostenibles. Sin embargo, enfrentan desafíos a corto plazo debido a la volatilidad de los precios del petróleo y posibles medidas proteccionistas de algunos gobiernos.
En este contexto, Argentina se consolida como un referente mundial, no solo por su capacidad productiva, sino también por su rol estratégico en la exportación de aceites vegetales, claves para la alimentación y la energía sostenible.