Por Agroempresario.com
Desde hace cuatro años, este productor ha liderado un proyecto destinado a identificar conflictos ambientales y territoriales, promoviendo soluciones colaborativas entre comunidades indígenas, productores rurales y otros actores clave.
“El amor por el lugar donde me crié y donde mi familia produce desde hace cuatro generaciones es lo que me impulsa”, comenta Knüll. Su compromiso con la región lo llevó a aceptar la presidencia de la Fundación en 2020, relanzándola con una nueva misión: unir a las personas en la conservación del ambiente.
La Patagonia enfrenta desafíos como incendios forestales, disputas territoriales y tensiones entre actividades turísticas y productivas. Frente a esta realidad, la Fundación se posiciona como mediadora, buscando consensos que permitan preservar los paisajes únicos de la región para las futuras generaciones.
Uno de los proyectos más destacados de la Fundación es la creación de brigadas de incendios forestales integradas por jóvenes de comunidades mapuches como Curruhuinca, Cayún y Vera. Estas brigadas, que actualmente suman 30 brigadistas certificados, no solo combaten el fuego sino que también fortalecen los vínculos entre las comunidades indígenas y los productores rurales.
“El fuego no distingue territorios; combatirlo nos ha llevado a trabajar juntos, generando confianza y colaboración entre todas las partes”, explica Knüll. Las capacitaciones realizadas en la Sociedad Rural de Neuquén reflejan este espíritu integrador, permitiendo que las brigadas sean recibidas con puertas abiertas en cualquier estancia de la región.
La Fundación también ha trabajado en resolver tensiones relacionadas con la pesca deportiva, firmando un convenio entre propietarios de tierras, guías de pesca y autoridades gubernamentales. Este acuerdo establece normas básicas y mesas de trabajo permanentes para evitar conflictos por el uso de terrenos privados, promoviendo un equilibrio entre las actividades turísticas y la preservación ambiental.
En los próximos diez años, la Fundación Tierras Patagónicas planea ampliar su alcance, abordando conflictos emergentes y fomentando el diálogo entre sectores diversos. Según Knüll, el amor compartido por las montañas, bosques y ríos de la Patagonia es el elemento que une a todos los habitantes de la región, y también la clave para construir soluciones sostenibles.