Por Agroempresario.com
El sector agroindustrial argentino anticipa un crecimiento significativo en exportaciones para 2025, con un volumen proyectado de 100 millones de toneladas de granos y derivados, según un informe reciente de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Este aumento superaría las 90 millones de toneladas previstas para 2024, consolidando al sector como uno de los pilares económicos del país.
La BCR también proyecta ingresos por exportaciones de alrededor de USD 31.500 millones, marcando un incremento del 4,3% respecto a los USD 30.200 millones estimados para el cierre de 2024. Aunque estas cifras se mantienen por debajo de los récords históricos de 2021 y 2022, reflejan una recuperación tras los desafíos climáticos y económicos que afectaron al sector.
El informe subraya que la llegada tardía de lluvias benefició los cultivos de la cosecha gruesa, impulsando las expectativas de una mayor producción. Este avance podría traducirse en un incremento del volumen exportado, fortaleciendo la balanza comercial agroindustrial.
En términos de divisas, hasta octubre de 2024 el sector agroexportador había liquidado USD 25.825 millones en el mercado oficial y financiero, lo que representó un aumento interanual de USD 1.300 millones. Este incremento estuvo vinculado al efecto positivo del "dólar blend", que permitió canalizar más recursos hacia el mercado cambiario.
La proyección para 2025 anticipa un aporte neto de USD 22.800 millones al mercado de cambios, destacando al sector como el principal generador de divisas del país. Además, se espera que el agro demande USD 2.450 millones en importaciones para insumos industriales, principalmente soja para procesamiento, una estrategia clave para agregar valor a las exportaciones.
El informe también enfatiza la importancia de políticas cambiarias flexibles, como la extensión del plazo de liquidación de divisas, para sostener la competitividad internacional del sector. Aunque estas medidas ofrecen mayor flexibilidad operativa, su impacto en el flujo de divisas dependerá de la continuidad de las mismas en el tiempo.
El sector agroindustrial enfrenta un escenario de oportunidades y retos. Mientras que las proyecciones de exportación consolidan a Argentina como un actor clave en el comercio internacional de granos y derivados, la resiliencia del sector dependerá de políticas que promuevan inversiones y acceso a insumos críticos.
Con un panorama optimista para 2025, el agro reafirma su rol estratégico en la economía nacional, no solo como generador de divisas, sino también como un motor de desarrollo e innovación en el país.