Por Agroempresario.com
En su primer año como presidente, Javier Milei logró imponer su programa económico libertario, caracterizado por medidas de estabilización que transformaron el panorama económico de Argentina. Aunque las cifras muestran avances significativos, como una desaceleración de la inflación y un aumento en las reservas internacionales, el camino hacia 2025 presenta nuevos desafíos.
La estrategia inicial del gobierno incluyó un fuerte ajuste fiscal, superávit primario y una devaluación drástica del peso. Estas acciones, junto con la liberalización de precios y tarifas, permitieron licuar pasivos en pesos y reducir la deuda remunerada del Banco Central. Estas medidas fueron clave para iniciar una baja sostenida en la inflación, que pasó de niveles del 25% mensual a menos del 3% en octubre.
El "manual libertario", como lo denomina el equipo económico, también implementó un dólar blend para estabilizar el tipo de cambio, un cepo cambiario moderado y una política de emisión cero. Este enfoque permitió acumular reservas por más de USD 20.000 millones gracias al blanqueo de capitales aprobado en la Ley de Bases, lo que mejoró la confianza de los mercados y sostuvo un clima financiero favorable.
El ajuste fiscal fue el núcleo del plan económico. El gobierno revirtió un déficit primario de 2,6% del PIB en 2023 para alcanzar un superávit superior a los 13,4 billones de pesos en el primer año. Este logro fue posible mediante recortes en jubilaciones, pensiones y obra pública, que representaron casi el 50% del ajuste total.
Sin embargo, estas políticas no estuvieron exentas de críticas, especialmente desde sectores productivos que demandan una mayor reducción de impuestos y un enfoque más gradual en la administración del tipo de cambio.
El segundo año del programa económico estará marcado por cinco interrogantes principales:
El gobierno proyecta un crecimiento económico del 5% para 2025, mientras que analistas del mercado estiman un incremento del 3,6%. Además, se anticipa una inflación interanual en baja constante, alcanzando niveles de 119% para fin de 2024 y acercándose al 70% en el primer trimestre de 2025.
La consolidación de estos logros dependerá de la capacidad del gobierno para mantener la estabilidad fiscal, negociar con el FMI y fomentar la inversión. Con un año electoral en el horizonte, las decisiones económicas estarán bajo el escrutinio de los mercados y la sociedad.