Por Agroempresario.com
Malta, una pequeña isla en el Mediterráneo, se ha convertido en un destino cada vez más popular para los argentinos, especialmente desde la salida de la pandemia. Esta isla de 316 kilómetros cuadrados, conocida por su belleza natural, historia y su acceso a la Unión Europea (UE), ha experimentado un auge en la llegada de jóvenes latinoamericanos que buscan trabajo y oportunidades de vida en Europa.
El atractivo de Malta radica en su sistema tributario favorable y su facilidad para establecer empresas, lo que la convierte en un centro de negocios ideal para emprendedores y expatriados. Además, el inglés como idioma oficial –gracias a su pasado como colonia británica hasta 1964– facilita la integración de los argentinos, quienes se ven atraídos por las oportunidades en sectores como turismo, tecnología y finanzas.
Ana Sarco y Ariel Pozo, pioneros argentinos en la isla, destacan la evolución que ha experimentado Malta en los últimos años. “Cuando llegamos, todo era muy económico y accesible. Los alquileres eran baratos, pero con el tiempo la situación se ha complicado, ya que todo se paga en euros. No es fácil, es un lugar que exige mucho esfuerzo y adaptación constante”, cuenta Sarco, quien junto a su esposo abrió el restaurante Little Argentina, el primer establecimiento argentino en Malta.
Según Federico Piva, empresario argentino radicado en Malta, la isla ha experimentado un desarrollo económico significativo gracias a su acceso a la UE. “Malta se ha convertido en un hub para empresas internacionales y expatriados, sobre todo de Inglaterra. Además, la legislación local ha permitido el crecimiento de nichos como los casinos online y los servicios financieros”, explica Piva, quien fundó su propia empresa de divulgación financiera en la isla.
La alta demanda laboral ha generado un entorno de pleno empleo, lo que ha sido clave para los argentinos que buscan estabilidad en Europa. Santiago Massari, consultor internacional, comenta que en Malta la tasa de empleo es alta y que la isla ofrece un equilibrio entre la vida personal y profesional, lo que la hace un destino atractivo. “Cada día somos más los argentinos. Cuando llegué, cruzaba a alguien tomando mate y era una excusa para hablar. Ahora es más común ver a compatriotas por todas partes”, señala Massari.
A pesar del crecimiento económico y las oportunidades laborales, los costos de vida en Malta han aumentado. Los alquileres, especialmente en la capital, La Valeta, se han disparado en los últimos años. “Hace 15 años, un departamento frente al mar costaba unos 500 euros. Hoy, con esa cantidad, apenas puedes alquilar una habitación”, cuenta Ana Sarco.
Malta también ha consolidado su reputación como destino turístico, con varias de sus playas y sitios históricos catalogados como Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, la infraestructura de la isla ha tenido dificultades para mantenerse al ritmo del aumento en la población extranjera, lo que genera desafíos tanto en el ámbito laboral como en el sector inmobiliario.
Los argentinos que se establecen en Malta no solo se benefician de su acceso a la UE, sino que también encuentran una comunidad diversa que se mezcla con culturas francesas, italianas y británicas. En un entorno con alta seguridad y una calidad de vida elevada, Malta sigue siendo una opción atractiva para quienes buscan un futuro mejor en Europa.