Por Agroempresario.com
El 5 de enero de 2025 podría ser una fecha clave para el sector aerocomercial en Argentina, ya que, según fuentes del sector, el impuesto del 7% sobre los pasajes aéreos al exterior podría dejar de existir. Este tributo fue prorrogado en 2015 hasta el 5 de enero de 2025, y en principio no se incluyó en el presupuesto 2025 que aún no fue aprobado, lo que generó incertidumbre sobre su continuidad.
A pesar de la situación, el Gobierno sostiene que el impuesto seguirá vigente hasta 2027. La explicación oficial se basa en que la asignación específica del tributo, destinada al Fondo Nacional de Turismo, fue prorrogada hasta esa fecha. Sin embargo, el sector privado, representado por aerolíneas y consultores, discrepa con esta interpretación. Según ellos, si se cobrase un tributo que no está legalmente vigente, las aerolíneas podrían enfrentar serias consecuencias legales.
"Quieren forzar a la industria a cobrar un impuesto que no va a estar vigente. Cobrar la percepción de un impuesto que no corresponde según la ley te hace responsable civilmente ante los pasajeros", comentó un representante de una aerolínea local.
El impuesto DNT (Destinado al Fondo Nacional de Turismo) se recauda para financiar actividades promocionales y de infraestructura del sector turístico. Hoy, además de este tributo, los pasajes aéreos al exterior en Argentina incluyen otros cargos como la tasa de seguridad de la aviación, tasas aeroportuarias y la percepción del 30% sobre el impuesto a las ganancias, que también recae sobre los pasajeros.
El 2024 comenzó con la eliminación del impuesto PAIS (30%), lo que generó una baja en el precio de los pasajes, aunque expertos aseguran que podrían volverse aún más accesibles si el DNT también queda fuera del sistema. La resolución sobre este impuesto, en cualquier caso, sigue siendo incierta y está a la espera de definiciones políticas y legales.
El futuro de los tributos sobre los pasajes aéreos es crucial para el sector turístico, que busca recuperar su dinamismo después de años de crisis económicas. Sin embargo, la falta de claridad en la legislación deja abierta la puerta a nuevas disputas y ajustes en las tarifas de los vuelos internacionales.