Contenido elaborado en base a información publicada por La Nación. Patrick y Jonathan Von Brocke, dos hermanos porteños, han logrado llevar el sabor del helado argentino al corazón de Europa con "Patagon", su heladería en Múnich. Inspirados por los veranos de su infancia en el sur argentino, decidieron rendir homenaje a esos paisajes con una marca que fusiona tradición y modernidad.
El proyecto comenzó en 2019 con una inversión de entre 150.000 y 200.000 euros. Hoy, cuentan con dos locales, una fábrica que produce 15 toneladas anuales y un equipo de 15 personas, que en temporada alta llega a 24.
Adaptar las recetas argentinas al paladar europeo no fue tarea fácil. El dulce de leche, sabor insignia de la heladería, requirió 17 fórmulas hasta encontrar la ideal, con menos azúcar y ajustada a los insumos locales. Actualmente, es el gusto más pedido junto con creaciones que evocan la Patagonia, como "Tronador" (chocolate blanco con frambuesa) y "Aconcagua" (coco con dulce de leche).
A pesar de la pandemia de Covid-19, el negocio se consolidó gracias a las entregas y ventas bajo estrictos protocolos. El estilo argentino en el servicio y la cercanía con los clientes—desde regalar muestras hasta explicar la historia detrás de los sabores—fueron claves para su aceptación en el competitivo mercado alemán.
La visión de los hermanos Von Brocke incluye un fuerte compromiso con la sustentabilidad. Patagon utiliza electricidad 100% renovable, transporte eléctrico y materiales compostables. Además, planean destinar parte de sus ingresos a proyectos solidarios en Argentina.
Con dos locales en funcionamiento, se preparan para abrir un tercero en Múnich y consideran franquiciar en otras ciudades. La innovación, la pasión y el sabor auténtico argentino son los pilares de este emprendimiento que lleva un pedazo del país al mundo.