Por Agroempresario.com
Con el objetivo de simplificar la regulación vigente y adaptar el sistema de etiquetado frontal a nuevas exigencias del mercado, el Gobierno Nacional introdujo cambios significativos a través de las disposiciones 11362/2024 y 11378/2024, publicadas recientemente en el Boletín Oficial. Estas modificaciones impactarán en las etiquetas, los procesos de importación y las reglas de publicidad, marcando un punto de inflexión en la comercialización de alimentos envasados en Argentina.
La disposición 11362/2024 elimina varios artículos clave de la normativa original creada en 2022 por la ANMAT. Estas derogaciones incluyen servicios como la declaración jurada, el gestor de prórrogas y el buscador de perfiles nutricionales, herramientas que habían sido implementadas para garantizar el cumplimiento de la Ley 27.642, pero que generaban costos administrativos y tiempos extendidos para las empresas.
En lo que respecta a las etiquetas, los cambios permitirán que los consumidores accedan a información más clara y directa sobre los ingredientes añadidos durante la elaboración de los productos, como azúcares, grasas y sodio, en lugar de una lista extensa de nutrientes.
Los productos que ya cuentan con etiquetas bajo el sistema anterior continuarán en circulación hasta agotar su stock, mientras que las empresas deberán adecuarse gradualmente a las nuevas disposiciones. Según expertos del sector, esto facilitará las operaciones de importación y la comercialización local al reducir requisitos de rotulado.
La disposición 11378/2024 establece una regulación más detallada en cuanto a la publicidad y promoción de productos alimenticios con sellos de advertencia. Se prohíbe la publicidad dirigida a niños y adolescentes, además de restringir el uso de personajes infantiles y elementos engañosos en campañas publicitarias. Por otra parte, se obliga a los anunciantes a incluir los sellos de advertencia en todas las plataformas, tanto tradicionales como digitales, asegurando una comunicación transparente con el consumidor.
Desde su implementación en 2021, el etiquetado frontal ha buscado promover la alimentación saludable al advertir sobre el exceso de nutrientes críticos en alimentos y bebidas. Con estas actualizaciones, el Gobierno espera equilibrar las exigencias del mercado con la necesidad de ofrecer información clara y útil para los consumidores, sin descuidar la promoción de prácticas comerciales más ágiles y competitivas.