Por Agroempresario.com
En un contexto de precios internacionales desfavorables, el sector agroindustrial argentino demostró su fortaleza en 2024 al alcanzar un récord histórico en la liquidación de divisas, con un ingreso total de USD 25.090,7 millones. Este resultado superó los USD 25.033 millones registrados en 2011, marcando un nuevo hito para la economía del país.
Las cifras fueron informadas por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro Exportador de Cereales (CEC), quienes destacaron que el aumento anual fue del 26,8% en comparación con 2023. Este desempeño contribuyó significativamente a las compras de dólares realizadas por el Banco Central, que acumuló un récord de USD 18.743 millones en el mercado de cambios.
El ingreso de divisas estuvo impulsado por un aumento en las ventas de granos, la cosecha de trigo y cebada, y un sólido programa de molienda de soja para la exportación de harina y aceite. Sin embargo, el sector enfrentó una caída del 22% en los precios internacionales de la soja, con una cotización de USD 365,69 por tonelada en el Mercado de Chicago, la más baja desde 2020.
A pesar de estas dificultades, la harina de soja, el principal producto de exportación de Argentina, sigue siendo un pilar clave, representando el 12% del total de las exportaciones. Según Dante Romano, investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, las condiciones climáticas para 2025 representan un desafío significativo, con reservas de humedad del suelo en declive en gran parte de las áreas agrícolas.
Las retenciones a las exportaciones y la elevada presión impositiva continúan siendo un tema de debate en el sector. Un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) estimó que los impuestos representan el 64,3% de la renta generada por una hectárea agrícola, lo que pone en riesgo la rentabilidad de los productores.
Ante este panorama, el gobierno de Javier Milei analiza una reducción en los derechos de exportación, lo que podría generar una mejora en los precios de la soja de entre 20 y 30 dólares por tonelada. Esta medida, de concretarse, podría aliviar parte de las tensiones económicas del sector.
El aporte del agro permitió al Banco Central mantener un equilibrio en el mercado cambiario, limitando la volatilidad del tipo de cambio paralelo. Economistas destacan que estas intervenciones buscan sostener el proceso de desinflación y estabilización económica iniciado en 2024.
El récord de liquidaciones y el potencial alivio fiscal para 2025 posicionan al agro como un motor clave para la recuperación económica del país, a pesar de los desafíos internacionales y locales que enfrenta el sector.