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Por Agroempresario.com
El comportamiento cíclico de la balanza comercial paraguaya se ha vuelto a evidenciar tras la caída de las exportaciones durante 2024, según datos del Banco Central de Paraguay (BCP). Este fenómeno resalta la compleja relación entre importaciones, exportaciones y las condiciones macroeconómicas del país.
El informe del BCP divide el período comprendido entre noviembre de 2021 y noviembre de 2024 en tres fases. En la primera etapa, desde finales de 2021 hasta diciembre de 2022, se observó un deterioro progresivo del saldo comercial, pasando de un superávit de 1.397 millones de dólares a un déficit de 1.423 millones. Este resultado se explica principalmente por un aumento en las importaciones, que pasaron de 12.244 millones a 14.606 millones, mientras que las exportaciones se mantuvieron estables.
En la segunda fase, durante 2023, la balanza mostró signos de recuperación. Desde un déficit de 655 millones de dólares en marzo, se alcanzó un superávit de 1.575 millones en febrero de 2024. El principal impulsor de esta mejora fue un incremento en las exportaciones, que alcanzaron los 17.710 millones de dólares, superando ampliamente a las importaciones, que crecieron de forma moderada hasta los 15.418 millones.
Sin embargo, la tercera fase, iniciada en mayo de 2024, trajo consigo una nueva caída del saldo comercial. De un superávit de 731 millones de dólares en junio, el país pasó a un déficit de 230 millones en noviembre. En este período, las importaciones continuaron aumentando, llegando a los 15.934 millones de dólares, mientras que las exportaciones disminuyeron a 16.208 millones.
Los factores que explican esta contracción incluyen menores precios internacionales de los principales productos exportados, una reducción en la demanda de mercados clave y dificultades logísticas vinculadas al transporte por hidrovías. Estos elementos afectan la competitividad del sector exportador.
En conclusión, el análisis del BCP evidencia la naturaleza cíclica de la balanza comercial paraguaya y la influencia de las dinámicas entre importaciones y exportaciones. La tendencia decreciente de las exportaciones en 2024 plantea un escenario poco favorable para 2025, lo que hace esencial monitorear la evolución de las políticas comerciales y las condiciones del mercado internacional.
