Soja: ROSARIO
$310.000 0.00%
Maíz: ROSARIO
$215.000 0.00%
Trigo: ROSARIO
$209.500 0.00%
Por Agroempresario.com
El primer día de operaciones tras la oficialización de la baja de retenciones agrícolas dejó un panorama de cautela en los mercados locales. A pesar de las expectativas generadas por el anuncio del Gobierno, las operaciones mostraron poco dinamismo, con precios en descenso y dudas sobre el alcance de la medida. Analistas del sector coinciden en que la falta de reglamentación detallada y los desafíos logísticos generan incertidumbre.
El decreto, anunciado el pasado viernes, establece una reducción temporal en los derechos de exportación (DEX) para estimular las liquidaciones. Sin embargo, impone una condición clave: las exportadoras deben liquidar al menos el 95% de las divisas en un plazo de quince días hábiles desde la presentación de las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE).
Luego de un leve repunte inicial en el mercado a término el viernes pasado, los precios comenzaron a retroceder este lunes. En el MatbaRofex, la soja para mayo cerró en 291,7 dólares por tonelada, con una baja de 2,8 dólares respecto al cierre anterior. En tanto, el maíz para abril cayó 3,5 dólares y se ubicó en 193 dólares por tonelada.
“El mercado está paralizado porque aún no hay claridad sobre la reglamentación del decreto. Esto genera dudas sobre cómo funcionará el nuevo sistema, especialmente en lo relacionado con las DJVE y el plazo de liquidación de divisas”, explicó Paulina Lescano, analista de mercados.
La reacción inicial del viernes había sido más positiva, con un aumento de 12,8 dólares en la tonelada de soja. Sin embargo, las condiciones internacionales, como las bajas consecutivas en el mercado de Chicago, también contribuyeron al freno local.
Juan Manuel Uberti, de la corredora Grassi SA, indicó que la medida podría representar mejoras en los precios, pero advirtió que los compradores aún no convalidan las expectativas de los productores. “El requisito de liquidar divisas rápidamente genera un costo financiero importante para los exportadores. Esto limita las ofertas de compra y ralentiza el mercado disponible”, señaló.
Eugenio Irazuegui, analista de la firma Zeni, coincidió en que la obligatoriedad de adelantar divisas y el plazo restringido de liquidación generan prudencia. “Si bien la reducción de retenciones es positiva en teoría, la carga financiera adicional desalienta las operaciones y mantiene a los compradores expectantes”, afirmó.
En el escenario global, las condiciones climáticas en Brasil y la tensión comercial en Estados Unidos también ejercen presión sobre los precios. Según la consultora AgRural, Brasil ha cosechado el 3,9% de la soja, mientras que el avance del maíz se ubica en el 9%. Se espera que el ritmo de cosecha se acelere en los próximos días, especialmente en Mato Grosso, aunque el exceso de lluvias podría generar inconvenientes.
Por otro lado, las tensiones comerciales en Estados Unidos reavivan la incertidumbre. “Las posibles medidas proteccionistas de Washington, como nuevos aranceles a China, México y Canadá, podrían alterar los flujos de exportación. Esto impactaría tanto en los precios como en la demanda global”, explicó Irazuegui.
En Argentina, la sequía sigue siendo una preocupación central, afectando especialmente al maíz. Gustavo López, analista del sector agropecuario, señaló que “las reducciones en las estimaciones de producción en Estados Unidos y Argentina complican aún más el panorama. En nuestro caso, las medidas anunciadas no tendrán un impacto significativo debido a este contexto adverso”.
El inicio del Año Nuevo Lunar en China también podría influir en los mercados internacionales, ya que suele ralentizar las compras de commodities agrícolas durante varios días. “La falta de demanda en este período podría ejercer presión adicional a la baja en los precios, algo que debemos observar con atención”, concluyó López.
En este marco, el sector agropecuario enfrenta un escenario desafiante, donde la combinación de factores locales e internacionales exige una estrategia clara por parte del Gobierno y del mercado para garantizar la estabilidad y competitividad de las exportaciones.
