Por Agroempresario.com
El Gobierno argentino está cerca de cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero aún debe afrontar un obstáculo clave: la aprobación del Congreso. El ministro de Economía, Luis Caputo, confirmó que la firma del entendimiento se llevará a cabo durante el primer cuatrimestre de 2025. Sin embargo, debido a la Ley 27.612, el acuerdo debe contar con el visto bueno del Parlamento, un paso crucial que aún no se ha concretado.
El presidente Javier Milei se mostró optimista respecto al acuerdo y aseguró que, aunque aún falta "el moño", el mismo estará cerrado en el primer cuatrimestre de 2025. Según el mandatario, este acuerdo incluirá "fondos frescos", pero subrayó que no implicará un nuevo endeudamiento. Los recursos se destinarían a fortalecer las reservas y a cancelar parte de la deuda que el Estado tiene con el Banco Central.
A pesar de que el presidente indicó que el acuerdo no debería pasar por el Congreso, las reglas actuales lo obligan a presentar el acuerdo ante los legisladores. La Ley 27.612, sancionada en 2021 bajo la gestión del exministro de Economía Martín Guzmán, establece que cualquier operación de crédito con el FMI debe ser aprobada por ley. En su artículo 2, la norma señala que tanto los programas de financiamiento como sus ampliaciones requieren el visto bueno del Congreso, independientemente de si se generan nuevos fondos o si esos fondos aumentan la deuda pública.
Esta situación genera incertidumbre en el Gobierno, ya que, si bien los funcionarios insisten en que no habrá un aumento de la deuda, las normativas vigentes no lo eximen de este trámite parlamentario. Desde el entorno de Guzmán, recuerdan que en 2022 el gobierno de Alberto Fernández tuvo que pasar por el Congreso para refinanciar el programa stand by de la administración de Mauricio Macri, a pesar de que no se había solicitado deuda adicional. Por lo tanto, la posibilidad de que este acuerdo con el FMI se firme sin pasar por el Congreso parece difícil, especialmente considerando que el Gobierno no tiene mayoría en ambas cámaras del Congreso.
En caso de que el Ejecutivo intente evitar el paso por el Congreso, podría recurrir a un decreto de necesidad y urgencia (DNU), lo que le permitiría modificar la ley que regula el proceso. Sin embargo, este DNU también necesitaría la ratificación del Congreso, lo que abriría un nuevo escenario de incertidumbre política.
Por otro lado, el ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó que ya está definida la “hoja de ruta” del acuerdo con el FMI, lo que indica que el Gobierno ya tiene claras las condiciones y los montos de los desembolsos. Aunque se prevé que los fondos frescos lleguen en los próximos meses, Caputo también dejó en claro que la firma del acuerdo no implicará una salida inmediata del cepo cambiario. Este detalle generó preocupaciones en los mercados, que esperan que el acuerdo sea acompañado de una flexibilización del control cambiario, pero hasta el momento esa posibilidad parece lejana.
El FMI, en uno de sus últimos informes, expresó sus dudas sobre la política cambiaria de Argentina. En el informe, el organismo instó a adoptar una estrategia creíble para desmantelar los controles cambiarios, considerando que una mayor flexibilidad cambiaria será esencial para recuperar el acceso a los mercados internacionales. De esta manera, la negociación con el FMI es vista por muchos analistas como un paso importante, pero no necesariamente suficiente para resolver la situación económica del país a corto plazo.
Desde el sector financiero, la falta de claridad sobre la política cambiaria y la demora en la flexibilización del cepo generaron inquietud en los mercados. Este martes, los bonos y las acciones argentinas sufrieron fuertes caídas, lo que refleja las dudas del mercado respecto a la capacidad del Gobierno para generar los cambios necesarios para estabilizar la economía. Según analistas de Adcap Grupo Financiero, el mercado está esperando una corrección de la política cambiaria, pero las señales de una flexibilización del esquema cambiario son todavía inciertas. "El escenario sigue siendo complejo, y aunque los fondos del FMI pueden ofrecer algo de alivio, la expectativa de una flexibilización inmediata del control cambiario parece poco probable en el corto plazo", apuntaron desde la firma.
En medio de este clima de incertidumbre, la economía argentina sigue enfrentando desafíos estructurales, como la inflación, la falta de reservas y la caída de la confianza en la moneda. Aunque el acuerdo con el FMI podría aportar los fondos necesarios para fortalecer las reservas y mejorar el balance del Banco Central, los mercados estarán atentos a la implementación de políticas adicionales que permitan un crecimiento sostenido y una recuperación de la confianza en la economía argentina.
A medida que el acuerdo con el FMI se acerca, el Gobierno deberá sortear el obstáculo del Congreso, donde la oposición ya adelantó que no facilitará el trámite sin mayores precisiones sobre el impacto del acuerdo en la deuda y la política económica. Mientras tanto, el mercado sigue atento a cualquier avance en las negociaciones y las señales del Gobierno respecto a la salida del cepo cambiario, un tema clave que podría ser decisivo para el futuro económico del país.