Por Agroempresario.com
El Gobierno nacional implementó una serie de desregulaciones con el objetivo de potenciar las exportaciones frutales y mejorar la competitividad del sector. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), estas medidas buscan apuntalar un complejo que en 2024 creció un 22% en sus exportaciones, alcanzando más de US$1150 millones.
Las resoluciones 21/2025, 22/2025 y 71/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) establecen nuevas normas que simplifican trámites administrativos y eliminan restricciones para la exportación de frutas. La BCR destacó que estas normativas buscan reducir costos y agilizar procesos, lo que permitiría seguir incrementando los volúmenes de embarques y alcanzar los US$2000 millones en exportaciones de frutas y derivados.
Uno de los cambios más relevantes es la eliminación de requisitos burocráticos que dificultaban la comercialización. La nueva normativa clarifica definiciones y disposiciones en términos de acondicionamiento, empacado y trazabilidad, además de simplificar las condiciones de inscripción en registros oficiales. También se eliminó la obligación de habilitar instalaciones específicas para la exportación.
Un punto clave es la flexibilización en las condiciones de empaquetado, permitiendo que los exportadores adapten el envasado a los requerimientos de los mercados de destino. Antes, las empresas debían modificar los envases en el exterior debido a incompatibilidades con las normas argentinas, generando mayores costos y retrasos en la logística.
Además, se eliminó la necesidad de permisos de autorización de cosecha, permitiendo que los productores inicien la recolección en función de criterios técnicos y comerciales. También se levantaron restricciones que limitaban la exportación de ciertos tipos de frutas, favoreciendo la diversificación de mercados.
La BCR resaltó que estos cambios reducirán tiempos administrativos y mejorarán la eficiencia del comercio exterior, sin afectar los controles sanitarios y la emisión de certificados fitosanitarios de exportación.
A pesar de los obstáculos previos, el sector frutícola mostró un crecimiento sostenido en los últimos años. En 2024, las exportaciones de frutas alcanzaron su mayor nivel en tres años, revirtiendo una tendencia negativa que se mantenía desde 2018.
El complejo de otros cítricos fue el de mayor crecimiento relativo, duplicando sus exportaciones gracias a un fuerte incremento en los envíos de jugo de naranja.
El sector de arándanos y frutas similares creció un 32%, destacándose las cerezas, que aumentaron sus exportaciones en un 80%.
El limón, uno de los principales productos de exportación del país, registró ventas al exterior por más de US$420 millones en 2024, con un crecimiento del 7% respecto a 2023. La mayor parte de las exportaciones provienen del clúster productivo de Tucumán, reconocido a nivel mundial.
El complejo de peras y manzanas, que representa el 75% de sus exportaciones en peras y tiene su epicentro en Río Negro, aumentó sus ventas un 19% en comparación con el año anterior.
En el sector resto frutícola, las ciruelas, duraznos y nueces marcaron un crecimiento del 37%.
Por su parte, el complejo uva, conocido principalmente por sus exportaciones de vinos, también se destacó en el envío de uvas frescas y jugos de uva, totalizando embarques por más de US$840 millones en 2024, un 15% más que en 2023.
El informe de la BCR subraya que, si bien estas medidas no impactan directamente en todos los complejos por igual, la reducción de trabas burocráticas beneficiará al conjunto del sector. Se espera que la flexibilización en empaquetado, cosecha y registros impulse aún más las exportaciones, generando oportunidades para diversificar mercados y aumentar la competitividad internacional.
En total, las exportaciones de frutas y derivados sumaron cerca de US$2000 millones en 2024, un crecimiento del 20% interanual. Este avance se da en un contexto de reconfiguración de las políticas comerciales del país, con el foco en facilitar el acceso a los mercados globales.
Las desregulaciones implementadas por SENASA buscan consolidar esta tendencia positiva, ofreciendo un marco normativo más dinámico y alineado con las necesidades del comercio internacional. Con menos trabas y mayor eficiencia en la logística, el sector frutícola argentino tiene la oportunidad de expandirse y consolidarse como un pilar clave en las exportaciones del país.