Por Agroempresario.com
El botulismo es una enfermedad transmitida por alimentos (ETA) causada por la neurotoxina del Clostridium botulinum, una bacteria presente en el suelo y el agua, resistente a altas temperaturas y capaz de desarrollarse en ambientes sin oxígeno. Este entorno se encuentra principalmente en conservas mal elaboradas, poniendo en riesgo la salud de los consumidores.
Los productos más propensos a la contaminación son aquellos envasados y esterilizados con técnicas deficientes. Entre ellos se destacan:
Debido a su resistencia a condiciones extremas, el Clostridium botulinum puede desarrollarse en estos alimentos si no se aplican correctos procesos de higiene y conservación, como el control de temperatura y la acidificación adecuada.
Para prevenir esta enfermedad, el Senasa insta a la población a adoptar hábitos de consumo seguros:
La prevención del botulismo depende de la correcta manipulación y selección de los alimentos. Consumir productos fiscalizados por el Senasa y seguir estas pautas es clave para garantizar la inocuidad alimentaria.