Guillermo Casarotti: Una cosa que tenemos que estar conscientes cuando tenemos un producto innovador, es que vamos a cometer errores

Mi vida me fue generando autoconfianza y perseverancia”, introdujo Guillermo Casarotti, presidente de Inti Zen, en su presentación “Emprender cometiendo buenos errores” en la Mega Exposición de Ideas organizada por Multimedios Agroempresario.

En una exposición enfocada en el emprendedurismo, Casarotti habló sobre los desafíos como emprendedor, de los fracasos y de los errores desde un punto de vista optimista.

“Yo soy disléxico pero me di cuenta a los 30 años, por lo cual pasé toda mi infancia, adolescencia y parte de mi juventud con muchas dificultades en la escritura y lectura pero no sabía lo que era. Entonces, me tenía que esforzar 3 o 4 veces más que todo el mundo”, relató el presidente de Inti Zen, haciendo referencia al primer desafío que tuvo que enfrentar. Comentó que todos a su alrededor lo disuadían de hacer lo que deseaba porque no creían que pudiera lograrlo. Sin embargo, él siempre escuchó a su voz interior que decía que podía y entonces, “iba, lo hacía y lo lograba”. Esos “no” que parecían obstáculos, se convirtieron en un impulso para alcanzar sus metas. Casarotti ejemplificó con el caso de J.K Rowling, la escritora de la saga Harry Potter, quien después de 12 editores que rechazaron su proyecto, encontró uno que vio la verdadera magia del libro y consiguió el rotundo éxito que finalmente fue. “¿Cuántas veces muchos proyectos quedan en el camino y están mucho más cerca del éxito de lo que pensamos pero, de repente, por no insistir, por no ser perseverantes, quedan en el camino?”, cuestionó Casarotti y comentó que su vocación por emprender nació luego de ser despedido de una empresa multinacional donde trabajaba como director. “Tuve que rever un montón de cosas pero aprendí de ese fracaso, de esa experiencia. En realidad, no supe ver el buen timing para despegarme de algo. Yo creo que ese es uno de los errores que cometemos un montón de nosotros con esto del apego. Uno se aferra a algo y no está consciente que en algún momento hay que dejarlo ir. El apego a veces nos traiciona y nos lleva al fracaso”.

En su caso, tuvo que ver con quedarse trabajando en un lugar que lo sacaba de “su eje” y “de las cosas que realmente me motivan y mueven. Eso fue realmente un error de mi parte, de no estar consciente de que me estaban corriendo de ese eje y que no estaba brindando lo mejor de mí”, señaló. Pero, gracias a eso, comenzó a emprender; “ahí empecé a reconectarme con lo que me gusta, con mi pasión que es esto de ofrecer a la gente algo que le haga motivar a través del té”, describió. Así, nació Inti Zen, una empresa “con un propósito diferente, con beneficios para los empleados, para la comunidad y el medio ambiente”, definió Casarotti.

Los errores suceden a lo largo de todo el camino emprendedor; pero, según subrayó el presidente de Inti Zen, “lo importante es determinarlos, saber qué hacer con esos errores y qué aprender”. A modo de ejemplo, contó su experiencia lanzando el producto en Brasil. Después de haber tenido un rotundo éxito con el lanzamiento en Argentina y Uruguay, la empresa decidió incursionar en el mercado brasilero con el mismo formato que se venía trabajando: “Tuvimos un cachetazo; perdimos el distribuidor porque le habíamos puesto metas altísimas”. Aquí, señaló, el error fue no adaptarse al mercado: “En Brasil había otra forma de pensar, otros distribuidores, otros canales, otra manera de comunicarlo; el producto era el mismo pero podíamos adaptarnos a las circunstancias y al consumidor que era diferente”. 

Lejos de quedarse con los brazos cruzados, Casarotti aprendió de ese denominado error y buscó la forma de entrar al mercado desde otro ángulo: buscó a los líderes de opinión y por dónde se movía el mercado. Así, llegó a Alex Atala, el reconocido chef de Dom, un restaurant de moda en Brasil. Habló con él e introdujo su proyecto, haciéndole sentir los aromas de los tés. Casarotti contó que el chef quedó encantado con el producto y comenzó a venderlo en el restaurant. Logrado esto, Inti Zen ya tenía el puntapié inicial para entrar en otros restaurants y tiendas. “Evidentemente, eso se fue replicando y entendimos que adaptando el producto a ciertos parámetros, podíamos introducir el producto en diferentes mercados que tengan otras visiones”, remarcó Casarotti.

“Una cosa que tenemos que estar conscientes cuando tenemos un producto innovador, es que vamos a cometer errores”, resaltó y resolvió que, la peor reacción es paralizarse: “Tenemos que avanzar, tenemos que experimentar, tenemos que equivocarnos. Cuando un chico empieza a caminar, se cae dos veces, tres veces, cinco veces, diez veces. Así es cómo aprendemos a caminar en el mundo también”.

No tenemos que pensar que somos exitosos porque no cometemos errores. Según Casarotti ese es el peor error que podemos cometer. “El éxito viene cuando justamente alcanzamos nuestros objetivos y para alcanzarlos a veces cometemos errores. Lo principal de cuando cometemos errores es cómo los tratamos; lo interesante es qué experiencia o qué vivencia sacamos”, sostuvo.

“Confucio decía que el hombre que comete un error y no lo reconoce como tal, está cometiendo un error más grande”, citó el presidente de Inti Zen y opinó que “es fundamental adueñarse, reconocerlo; una vez que uno lo reconoce, lo desmenuza y entonces empieza a ver cómo solucionarlo”.

Según Casarotti, si bien no podemos evitar los errores, podemos evitar “profundizar los fracasos”; así, uno se prepara para los próximos desafíos y puede enfrentar los distintos obstáculos que van creciendo a lo largo del tiempo. “Cuando tengo un problema lo dejo un rato; me despejo, tomo un tecito, y después lo agarro otra vez. Así lo puedo agarrar de distintos perfiles y no tengo el problema enfrente que no me deja ver y me ahoga”, explicó.

Finalmente, el presidente de Inti Zen, enfatizó en la importancia de no dejar de lado las propias pasiones, de avanzar en nuestro camino haciendo lo que disfrutamos y entendiendo que en la vida cometeremos errores y de ellos podremos aprender. “Nadie te puede decir ‘no’ a esos sueños que tenés. Si estás realmente convencido, hacelo. Nadie va a creer más en vos que lo que vos puedas creer en vos mismo. Sé fanático de lo que hagas y comunícalo, hacelo con todo el optimismo”, concluyó Casarotti.