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Por Agroempresario.com
Argentina y China han dado un paso importante en la cooperación tecnológica en el área del biogás, con el objetivo de mejorar la gestión de efluentes y avanzar en la producción de energía renovable. El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Biogas Institute of Ministry of Agriculture and Rural Affairs (BIOMA) de China firmaron un acuerdo de extensión por cinco años más, consolidando una relación que comenzó en 2020. Mediante un memorándum de entendimiento, ambas instituciones afianzan su compromiso con el intercambio de conocimientos y la transferencia de tecnologías sostenibles para el tratamiento de residuos agroindustriales y la producción de biogás.
Desde el inicio de la colaboración, el INTA y BIOMA han trabajado juntos en el desarrollo de proyectos conjuntos que promuevan avances significativos en la digestión anaeróbica de efluentes pecuarios. María Eugenia Beily, investigadora del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola del INTA, destacó que los convenios firmados han permitido la creación de informes técnicos sobre el estado de la digestión anaeróbica en Argentina, además de realizar ensayos experimentales con el fin de mejorar este proceso y optimizar la valorización agronómica de los digeridos.
Beily agregó que esta colaboración también ha incluido seminarios y cursos conjuntos, tanto en modalidad presencial como virtual, facilitando el intercambio de experiencias y mejores prácticas entre científicos argentinos y chinos. En este sentido, la participación activa de diversas unidades del INTA, como el Instituto de Floricultura y el IPAF Patagonia, ha sido fundamental para el éxito de las iniciativas.
Una de las iniciativas destacadas fue la participación de investigadores del INTA en un curso presencial realizado en Chengdú, China, en 2024. María Eugenia Beily, junto con Lucas Zanovello, diseñador industrial del IPAF Patagonia, y Martín Ullarte, del INTA Mendoza, participaron de este curso, que permitió profundizar en el estudio y análisis de biodigestores anaeróbicos. Durante su visita, los investigadores visitaron laboratorios en BIOMA y participaron en seminarios sobre ingeniería de biodigestores, lo que les permitió adquirir nuevas herramientas para aplicar en Argentina.
“Fuimos a sitios donde están los biodigestores anaeróbicos, analizamos su funcionamiento y participamos en clases sobre el diseño y las dimensiones de los reactores”, relató Beily. Esta experiencia fue clave para fortalecer la transferencia de tecnología y abrir nuevas puertas para futuras investigaciones y colaboraciones, en especial en la agricultura familiar y la mejora de la calidad de la fermentación de biogás.
Uno de los logros más importantes de este esfuerzo binacional fue la presentación de los avances de los investigadores argentinos en el Simposio sobre la Promoción de Bioenergía para un Desarrollo Bajo Carbono. En este evento, se abordaron temas clave como el diseño participativo para la agricultura familiar y la optimización de la calidad de la fermentación de biogás. Estas propuestas son esenciales para el desarrollo de un modelo agroenergético más sostenible en Argentina.
Zanovello, por su parte, destacó la importancia de su participación en seminarios sobre biodigestión y sistemas de tratamiento de efluentes ganaderos, especialmente para países en desarrollo. "En Chengdú, asistimos a seminarios sobre diversos temas vinculados a la biodigestión y los ensayos para analizar el estado de los reactores", señaló. La posibilidad de intercambiar experiencias y aprender de las innovaciones tecnológicas de China abre nuevas oportunidades para implementar soluciones sostenibles en Argentina.
