Por Agroempresario.com
El precio del huevo alcanzó niveles históricos en Estados Unidos, con un incremento de hasta un 350% para el maple, debido a los efectos de la gripe aviar. Este brote sanitario, que afecta a la industria avícola desde 2022, provocó la pérdida de más de 166 millones de aves, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA). Frente a este escenario, el gobierno de EE. UU. anunció un plan de inversión de US$1000 millones para frenar el brote, proteger la producción avícola y reducir el precio de los huevos. Este fenómeno ha generado especulaciones sobre si se abrirá una puerta para que Argentina pueda exportar más huevos, pero en el sector avícola local, las oportunidades no parecen tan claras.
El aumento en el precio del huevo en los Estados Unidos es consecuencia directa del impacto de la gripe aviar, que desestabilizó la oferta de huevos en el país. En respuesta, el gobierno estadounidense implementó un plan estratégico con inversiones multimillonarias, destinadas principalmente a mejorar la bioseguridad en las granjas avícolas. La Secretaría de Agricultura de EE. UU. informó que se destinarán 500 millones de dólares para mejorar la seguridad sanitaria en las granjas y otros 400 millones para compensar a los productores afectados y acelerar la repoblación de aves.
Además, en un intento por estabilizar el mercado y reducir los precios, el USDA evaluará la posibilidad de aumentar las importaciones y disminuir temporalmente las exportaciones. Esto, en principio, podría generar una oportunidad para que otros países productores de huevos, como Argentina, accedieran a ese mercado. Sin embargo, las autoridades avícolas argentinas no ven esta situación como una posibilidad inmediata de beneficio.
Javier Prida, presidente ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia), explicó que si bien los precios elevados podrían generar una oportunidad de exportación, la realidad es que existen numerosos obstáculos para que Argentina logre aprovechar esa posibilidad. Uno de los principales inconvenientes son las exigencias sanitarias que debe cumplir el huevo argentino para exportarlo a los EE. UU., que requiere un proceso de lavado y refrigeración. Actualmente, solo cuatro o cinco establecimientos en Argentina cumplen con estos requisitos.
A esto se suma el alto costo logístico, ya que, después de ser acondicionado, el huevo debe ser refrigerado durante todo el proceso de transporte, lo que incrementa significativamente los costos. "El costo de almacenamiento y traslado hasta EE. UU. es enorme", afirmó Prida.
Además de los problemas sanitarios y logísticos, Argentina enfrenta desventajas frente a otros países productores de huevos. Un factor crucial es la alta carga impositiva en el país. Mientras que en Brasil, Colombia y México, el huevo está exento de IVA por ser un alimento esencial, en Argentina se aplica un impuesto del 21%. Asimismo, en Brasil, el costo de transporte por contenedor desde las zonas productivas hasta el puerto de exportación es considerablemente más bajo que en Argentina, donde un contenedor acondicionado cuesta entre 2800 y 3000 dólares, en comparación con menos de 1000 dólares en Brasil.
El costo laboral también es una gran barrera. "El salario de un empleado avícola en Argentina ronda los 1500 dólares, mientras que en Brasil es de 600. Así no se puede competir", destacó Prida.
Otro desafío estructural para los productores argentinos es la falta de financiamiento. "No existen bancos que nos otorguen crédito, y mientras en Brasil la mercadería se financia por períodos de hasta nueve meses, en Argentina no hay opciones de financiamiento", lamentó Prida. Esta falta de acceso a crédito impide que los productores puedan realizar las inversiones necesarias para mejorar su competitividad y acceder a mercados internacionales.
A pesar de los altos precios en el mercado estadounidense, los productores argentinos no ven esto como una oportunidad a largo plazo. Prida advirtió que Estados Unidos tiene una gran capacidad de recuperación. "Cuando el brote de gripe aviar esté controlado, el país volverá con fuerza a competir por los mercados internacionales", aseguró.
Por otro lado, países como España, Brasil, India y Turquía ya han comenzado a ocupar los espacios que Estados Unidos dejó vacíos, lo que complica aún más la posibilidad de que Argentina logre posicionarse como un proveedor competitivo. "Cuando Estados Unidos recupere su producción, no será rentable seguir haciendo esfuerzos para acceder a ese mercado", concluyó Prida.