Por Agroempresario.com
El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que no tomará en cuenta la decisión del Congreso argentino sobre el acuerdo económico con el país, en lo que respecta a la posibilidad de desembolsar fondos adicionales. La vocera del organismo, Julie Kozack, explicó en conferencia de prensa que el apoyo del Congreso, aunque positivo para la implementación del programa económico, es una cuestión interna del país y no influye en las decisiones del FMI.
“Asegurar el apoyo del Congreso es una decisión de las autoridades argentinas, tal como lo establece la legislación interna del país. Un amplio respaldo político y social puede, por supuesto, mejorar la implementación del programa, pero es una cuestión de derecho interno”, expresó Kozack ante una consulta de Infobae.
Kozack aclaró que el acuerdo final entre el FMI y Argentina debe ser aprobado por el Directorio Ejecutivo del organismo, una vez que las negociaciones entre ambas partes lleguen a su conclusión. Así, la Casa Rosada podrá acceder a los desembolsos adicionales que se han contemplado en el nuevo acuerdo con el FMI, independientemente de que el Congreso lo respalde o no.
Esta afirmación despeja una de las mayores dudas políticas que existían en el gobierno argentino. De acuerdo con la vocera del FMI, el gobierno de Javier Milei podrá contar con las partidas adicionales, que se destinarán a fortalecer las reservas del Banco Central y, en última instancia, podrían permitir la apertura del cepo financiero.
Un aspecto político clave en la negociación de Argentina con el FMI es el respaldo que Milei ha recibido de figuras clave como el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. El apoyo de Trump tiene especial relevancia debido al control que ejerce Estados Unidos sobre el FMI a través de la Secretaría del Tesoro, que influye significativamente en las decisiones del organismo multilateral.
La relación entre Milei y Trump se estrechó después de que el presidente argentino se reuniera con el exmandatario estadounidense en la Casa Blanca. Un día después, Scott Bessent, secretario del Tesoro, recibió al ministro de Economía argentino, Luis Caputo, en una reunión histórica que subraya la estrecha colaboración política entre ambos gobiernos. Durante este encuentro, Caputo presentó al secretario Bessent su plan de ajuste económico, así como los detalles del programa que está negociando con el FMI.
Aunque el respaldo político de Trump es considerable, no es suficiente para eliminar los cuestionamientos técnicos del FMI a la propuesta de Argentina. En la burocracia del FMI, la economía argentina sigue siendo una preocupación, debido a los incumplimientos previos y la incertidumbre en torno a la ejecución de los acuerdos. Desde la directora gerente, Kristalina Georgieva, hasta los técnicos de la entidad, se muestra cautela ante las promesas de ajuste del gobierno argentino.
El proceso de aprobación del nuevo acuerdo comienza con la redacción del Staff Level Agreement (SLA), que será revisado por el Directorio Ejecutivo del FMI, integrado por representantes de los países miembros, y en particular, bajo la influencia de Estados Unidos. Este acuerdo se espera sea elevado al Directorio Ejecutivo tras concluir las negociaciones con Argentina, pero antes de su aprobación definitiva, se abrirá un periodo de debate en el Congreso argentino, tal como lo señala la Ley Guzmán.
Este marco legal, aprobado durante el gobierno de Alberto Fernández, establece que el Congreso debe conocer y validar los términos del acuerdo antes de su implementación. Si el Poder Ejecutivo decide enviar al Congreso el pedido de autorización sin incluir el texto completo del Staff Level Agreement, podría generar controversia legal, ya que la Ley Guzmán fue diseñada precisamente para garantizar la transparencia en los términos de los acuerdos con organismos multilaterales.
En declaraciones recientes, el presidente Javier Milei comentó que pedirá al Congreso el apoyo para el nuevo acuerdo con el FMI, destacando que el acuerdo proporcionará herramientas para mejorar el esquema cambiario del país, atraer inversiones y promover el crecimiento económico, lo que a su vez debería traducirse en menores niveles de inflación, más empleo y mejoras en los salarios.
No obstante, las intenciones de Milei se ven complicadas por las tensiones políticas y la falta de consenso en el Congreso, que podría dificultar la obtención de las mayorías necesarias para aprobar el acuerdo. La ausencia de una mayoría parlamentaria que respalde el acuerdo con el FMI coloca al presidente en una situación compleja, especialmente considerando que la ley exige que los legisladores tengan acceso a todos los detalles técnicos antes de tomar una decisión.
En cualquier caso, Kozack fue clara al subrayar que la decisión final sobre el acuerdo y el desembolso de los fondos depende exclusivamente del Directorio del FMI, lo que significa que, en última instancia, los fondos estarán sujetos a la aprobación interna del organismo, sin importar lo que ocurra en el Congreso argentino.
Con la intervención directa de Estados Unidos y el apoyo político de figuras clave como Trump, Argentina se enfrenta a una encrucijada política y económica, donde el apoyo parlamentario se mezcla con las consideraciones técnicas y la presión internacional. Sin embargo, con el respaldo político del FMI y la aprobación final del Directorio, el gobierno argentino podría finalmente acceder a los recursos adicionales necesarios para sostener la economía y fortalecer las reservas del Banco Central.