Por Agroempresario.com
Argentina sigue consolidando su posición en el mercado global del aceite de oliva. El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) recibió el reconocimiento del Consejo Oleícola Internacional (COI) por la excelencia de sus análisis fisicoquímicos, un aval que impulsa la competitividad del sector y refuerza la confianza en la calidad del producto nacional.
Este reconocimiento es resultado de estrictas pruebas de competencia organizadas por el COI, organismo intergubernamental con sede en Madrid que establece los estándares de calidad para la industria olivícola. Los laboratorios del INTI, ubicados en Buenos Aires y Mendoza, demostraron su precisión en el análisis de aceites, posicionándose como referentes técnicos en el país.
El aval del COI se otorga bajo el Convenio Internacional del Aceite de Oliva y las Aceitunas de Mesa, asegurando que los productos analizados en Argentina cumplen con los más altos estándares internacionales. Esta certificación no solo fortalece la reputación del país como exportador, sino que también facilita el acceso a mercados exigentes como la Unión Europea y Estados Unidos.
Actualmente, Argentina es el sexto exportador mundial de aceite de oliva, con una producción anual de aproximadamente 33 mil toneladas, de las cuales el 80% se destina al comercio exterior. Los principales destinos son España, Estados Unidos y Brasil, donde la demanda de productos premium sigue en aumento.
Los laboratorios del INTI que obtuvieron la certificación Tipo A del COI pertenecen al Departamento de Análisis Instrumental del Parque Tecnológico Miguelete, en Buenos Aires, y al Departamento de Servicios Analíticos Cuyo, en Mendoza. La certificación tiene vigencia hasta noviembre de 2025 y garantiza la competencia técnica de estas unidades.
Además, el reconocimiento se complementa con la acreditación ISO/IEC 17025, otorgada por el Organismo Argentino de Acreditación (OAA), un estándar que asegura la fiabilidad de los resultados analíticos y fortalece la posición del INTI como un actor clave en la industria olivícola.
El impacto de este reconocimiento va más allá del ámbito técnico. La certificación del COI no solo refuerza el prestigio del aceite de oliva argentino, sino que también abre oportunidades comerciales en mercados más exigentes. Con el respaldo de organismos internacionales, Argentina se consolida como un proveedor de alimentos de calidad, impulsando el crecimiento y la diferenciación de su industria olivícola.