Por Agroempresario.com
En la provincia de Guangxi, al sur de China, la agricultura está viviendo una revolución tecnológica que está transformando la producción de frutas, en particular la pitahaya o "Fruta del Dragón". Este avance, impulsado por la integración de redes ópticas de alta velocidad y sistemas de iluminación LED, ha mejorado drásticamente el rendimiento y la calidad de los cultivos, beneficiando a miles de agricultores de la región.
La pitahaya es una fruta tropical que se destaca no solo por su aspecto llamativo, sino también por su alto valor nutricional. Con su cáscara que puede ser roja, amarilla o rosa, y su pulpa blanca o roja con pequeñas semillas negras, es fácilmente reconocible. Además de ser rica en antioxidantes, vitamina C, fibra, hierro y calcio, la pitahaya ha ganado popularidad mundial como un superalimento gracias a sus propiedades digestivas y su bajo contenido calórico.
Sin embargo, la producción de pitahaya en Guangxi enfrentaba grandes retos. En 2020, la fruta se cultivaba en más de 27,000 hectáreas, lo que representaba el 40% de la producción nacional. A pesar de este potencial, la región era una de las más empobrecidas de China, con agricultores que dependían de métodos tradicionales de riego y fertilización manual, lo que dificultaba el crecimiento de la industria.
En 2017, la implementación de una plataforma de agricultura inteligente, junto con la solución FTTR (Fiber to the Room) de Huawei, cambió el panorama agrícola en Guangxi. Gracias a las redes ópticas de alta velocidad, los agricultores pudieron automatizar el riego y la fertilización, lo que no solo redujo el trabajo manual, sino también los costos de producción. Los sensores instalados en los cultivos permiten monitorear en tiempo real la humedad y los nutrientes del suelo, lo que ha permitido un uso más eficiente de los insumos y una reducción de costos de fertilización de casi 2,400 dólares por hectárea anualmente.
Además, la implementación de un sistema de control de temperatura ha sido crucial para mantener las condiciones óptimas de cultivo. Los rociadores de enfriamiento se activan durante el verano, mientras que los calentadores protegen los cultivos en invierno. Este sistema ha permitido que la pitahaya produzca frutos durante hasta diez meses al año, lo que ha aumentado considerablemente la productividad.
Una de las innovaciones más llamativas de este avance tecnológico es el uso de iluminación artificial para prolongar las horas de luz que recibe la pitahaya. Al ser una planta que requiere largos períodos de luz para florecer, los agricultores comenzaron a utilizar bombillas LED de espectro rojo, especialmente diseñadas para estimular la floración de la fruta. Este sistema de luces ‘engaña’ a la planta, haciéndola florecer incluso en los días más cortos del año. Además, la luz azul favorece su desarrollo vegetativo, optimizando el rendimiento de los cultivos.
Gracias a este sistema de iluminación LED, los agricultores ahora pueden cosechar pitahaya fuera de temporada, lo que les permite satisfacer la creciente demanda y mejorar la cantidad y calidad de los frutos producidos. La iluminación también ha transformado el paisaje de los cultivos, ya que se han instalado millones de bombillas LED a lo largo de más de 10,000 hectáreas de terreno en Guangxi.
La integración de tecnología avanzada en la agricultura ha tenido un impacto económico significativo en la región. En 2020, la producción de pitahaya en Guangxi alcanzó las 20,000 toneladas, generando ingresos por 20.5 millones de dólares. De estos, más de 3 millones de dólares beneficiaron directamente a más de 40,000 agricultores de bajos recursos, mejorando su calidad de vida.
Además, la digitalización de la agricultura ha permitido a los productores comercializar sus productos de manera más eficiente. Gracias a la conectividad de banda ancha, los agricultores pueden transmitir en vivo sus productos a través de plataformas de comercio electrónico, lo que amplía su mercado y les permite obtener mayores ingresos. Los consumidores también pueden escanear códigos QR en los envases para rastrear el origen de la fruta, lo que asegura transparencia y confianza.
El modelo de Guangxi no solo ha transformado la producción de pitahaya, sino que también ha mejorado la calidad de vida de las comunidades rurales. La combinación de tecnología avanzada y prácticas agrícolas sostenibles ofrece un ejemplo de desarrollo rural que podría replicarse en otras partes del mundo.
Con el uso de la tecnología para automatizar procesos, mejorar la calidad de los cultivos y expandir los mercados, Guangxi se posiciona como un referente en la agricultura inteligente. Este modelo de producción sostenible no solo ayuda a enfrentar los desafíos de la agricultura tradicional, sino que también proporciona una solución viable para mejorar la vida de los agricultores, ofreciendo un futuro más próspero y sostenible para las comunidades rurales.