l estrés calórico, disminuye la fertilidad, la producción y el rendimiento de los rodeos, mientras aumenta el riesgo de muerte por golpe de calor. Es por eso que cada día de estrés calórico representa un día de pérdida para los productores.
¿Qué es el estrés calórico? Se denomina estrés calórico al conjunto de cambios fisiológicos y comportamentales que se desencadenan en los animales en ambientes con elevada temperatura, los cuales llevan a una disminución en la eficiencia productiva.
Los signos que con mayor frecuencia pueden observarse en los bovinos son, en primera instancia, el aumento de la frecuencia respiratoria y del consumo de agua, así como la búsqueda de sombra. A medida que las condiciones estresantes se agravan, comienzan a observarse: disminución de los desplazamientos, reducción del consumo de alimentos, disminución del tiempo dedicado a rumia y descanso, jadeo, salivación excesiva y protrusión de la lengua.
El índice de temperatura y humedad (ITH) es un número utilizado para evaluar si las condiciones ambientales resultan estresantes para los bovinos.
Para estimar la severidad de las condiciones de estrés calórico a las que se encuentra expuesto un animal, es de relevancia contemplar no solo la intensidad del ITH (alerta, peligro o emergencia), sino también la duración (cantidad de días con ITH superior a 75) y la frecuencia de exposición a esas condiciones (cada cuanto tiempo se repiten las olas de calor). Para que un animal expuesto a condiciones de estrés térmico pueda perder el calor acumulado a lo largo del día y recuperarse, se estima que la temperatura debe descender por debajo de los 21 °C en la noche durante al menos unas seis u ocho horas.
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