Por Agroempresario.com
La industria del transporte aéreo global se encuentra en medio de una transición hacia los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés), un cambio impulsado por regulaciones ambientales más estrictas y la creciente presión del mercado por reducir las emisiones de carbono. Según el informe Global Aviation Sustainability Outlook 2025, publicado por el Foro Económico Mundial, el 80% de los acuerdos de compra de SAF son firmados por aerolíneas comerciales, mientras que el 21% restante corresponde a empresas logísticas, transportistas de carga y fabricantes aeroespaciales.
El cambio hacia los SAF está remodelando la logística aérea internacional, ya que los actores del sector deben adaptar sus esquemas de abastecimiento, costes y certificaciones para asegurar la trazabilidad de los biocombustibles. Gene Gebolys, CEO de una empresa productora de biocombustibles, afirmó en el informe: “Las alianzas a lo largo de toda la cadena de valor de la aviación son fundamentales para expandir la producción y distribución de SAF”.
Las políticas regulatorias también juegan un papel crucial en el impulso del SAF. En la Unión Europea, el Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) comenzará a incluir las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx), materia particulada y vapor de agua en su esquema de monitoreo y reducción de huella de carbono desde 2025. Este cambio está impulsando a operadores logísticos y aerolíneas a repensar sus estrategias de combustible.
Por otro lado, China, uno de los principales proveedores mundiales de aceites de cocina usados para la producción de SAF, alcanzó su pico de exportaciones en noviembre de 2024. Sin embargo, la eliminación del reembolso fiscal del 13% a las exportaciones de estos insumos podría modificar el mercado. Indonesia, por su parte, ha endurecido los controles sobre la exportación de efluentes de molinos de palma y aceites reciclados, priorizando el abastecimiento interno.
La creciente demanda de SAF ha generado una competencia feroz entre regiones por acceder a este tipo de combustibles y a los suministros necesarios para su producción. América Latina, especialmente Brasil, se ha consolidado como un proveedor clave de materias primas debido a su producción de soja y caña de azúcar. En cambio, Europa se enfrenta a la necesidad de flexibilizar sus criterios de insumos para garantizar un abastecimiento constante y evitar desabastecimientos.
A pesar de los incentivos para fomentar el uso de SAF, el precio de este combustible sigue siendo considerablemente más alto que el de los combustibles convencionales. Esto podría traducirse en un aumento de los costos de transporte, que eventualmente podría ser trasladado por las aerolíneas a los operadores logísticos y, finalmente, a los consumidores.
El 2025 será un año crucial para la adopción de SAF y su impacto en la logística global. A pesar de la incertidumbre sobre la disponibilidad de insumos y la volatilidad de los precios, el informe del Foro Económico Mundial subraya la importancia de políticas coordinadas y alianzas estratégicas entre empresas, gobiernos y organismos internacionales para consolidar una transición sostenible en la industria aérea.
El futuro de la logística global dependerá en gran medida de la capacidad de las empresas para adaptarse a estas nuevas condiciones, que están marcadas por un entorno más regulado y con mayores exigencias ambientales. La aviación sigue avanzando hacia un modelo más sostenible, y las estrategias de mitigación de costos y diversificación de insumos serán clave para mantener la estabilidad del comercio exterior y el transporte internacional en la era de los combustibles sostenibles.