Por Agroempresario.com
Brasil acaba de anunciar una iniciativa sin precedentes en la lucha contra la deforestación tropical. Durante la cumbre COP30, que se celebrará en noviembre de 2025 en Belém, el país lanzará el Tropical Forests Forever Facility (TFFF), un fondo millonario con el objetivo de proteger los bosques tropicales del planeta. Este fondo buscará incentivar la conservación a través de pagos a los países que logren mantener intactas sus áreas forestales, un paso crucial para frenar el deterioro ambiental que afecta a las selvas más grandes del mundo.
Con una suma estimada de u$s125.000 millones, el TFFF se desarrollará con el apoyo del Banco Mundial, lo que garantiza que el fondo estará respaldado por un sector financiero robusto. Este esfuerzo se enmarca dentro de la estrategia más amplia del gobierno brasileño para convertir la COP30 en un evento clave en la lucha global contra el cambio climático. Aunque la deforestación en la Amazonía brasileña mostró señales de mejora bajo el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, la pérdida de bosques sigue siendo una de las principales preocupaciones ambientales a nivel mundial.
De acuerdo con Rafael Dubeux, secretario ejecutivo del Ministerio de Finanzas de Brasil, las conversaciones sobre el fondo están en una fase avanzada. Varias naciones ya han mostrado interés en sumarse como principales contribuyentes al proyecto. Entre los países que han expresado su apoyo figuran Alemania, Francia, Emiratos Árabes Unidos y Singapur. El objetivo inicial es que las naciones más ricas aporten u$s25.000 millones para poner en marcha el fondo, con la esperanza de atraer otros u$s100.000 millones del sector privado.
Lo más innovador de este fondo es que no se tratará de una simple donación, sino de una inversión. La idea es generar una cartera diversificada que no solo sirva para proteger los bosques, sino también para ofrecer rendimientos a los inversores. Esta estructura permitirá premiar a los países que logren preservar sus bosques mediante pagos directos, incentivando a la vez a otros actores del sector privado a sumarse al proyecto.
La COP30 será también una ocasión propicia para revitalizar el proceso multilateral sobre el clima. Ana Toni, directora ejecutiva de la COP30, destacó la importancia de esta cumbre como una oportunidad para renovar los compromisos de los países con el cambio climático. En sus palabras, la próxima década será crucial para acelerar la implementación de los acuerdos previos y poner en marcha iniciativas efectivas para combatir el calentamiento global.
El TFFF beneficiará principalmente a países con grandes extensiones de bosques tropicales como Brasil, Colombia, Indonesia y la República Democrática del Congo. Los pagos estarán condicionados a la conservación efectiva de los bosques, que será monitoreada con tecnología satelital de última generación para garantizar la transparencia y eficacia de los programas de protección. Los fondos destinados podrán usarse para diversas iniciativas de conservación, siempre que se cumpla el objetivo de mantener intactas las áreas forestales.
Además de este fondo para la protección de los bosques, Brasil impulsará en la COP30 la creación de un mercado multilateral de carbono. Esta propuesta busca establecer un límite global para las emisiones de gases de efecto invernadero, ajustado a las capacidades económicas de cada país. Los países más ricos enfrentarían restricciones más estrictas, mientras que los más pobres tendrían un margen mayor para emitir.
Para aquellos países que se nieguen a participar en el acuerdo, Brasil propondrá un ajuste fronterizo, una medida que busca crear una “masa crítica mínima” de países comprometidos para que el mercado de carbono funcione de manera efectiva y equitativa.