Soja: ROSARIO
$328.000 0.15%
Maíz: ROSARIO
$210.000 0.72%
Trigo: ROSARIO
$235.000 -0.42%
Por Agroempresario.com
En el Fondo Monetario Internacional (FMI), no sorprendió la reacción de la oposición política al Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que el presidente Javier Milei envió al Congreso, buscando autorización para tomar nueva deuda pública a través de un Programa de Facilidades Extendidas. El debate, que en las últimas horas se intensificó entre los legisladores peronistas, sigue su curso mientras el FMI observa con atención, pero sin alterar las condiciones del acuerdo que está negociando con el Gobierno argentino.
Desde Washington, el organismo multilateral de crédito se mantiene al margen de las disputas políticas internas. El principal objetivo de la institución es garantizar la viabilidad del acuerdo, sin importar las presiones políticas locales. En este contexto, la respuesta oficial del FMI fue clara: no modificarán las condiciones del acuerdo, aunque se esperan tensiones dentro de la Cámara de Diputados durante el debate sobre la viabilidad constitucional del DNU.
En la oposición, liderada por Cristina Fernández de Kirchner, los cuestionamientos apuntan a que el DNU otorgaría al presidente Milei facultades extraordinarias, algo que se considera inconstitucional según el artículo 29 de la Constitución Nacional. En particular, el Partido Justicialista expresó su rechazo a este decreto, al que calificaron como un exceso de poder. “Los diputados y senadores que aprueben el DNU estarán dándole facultades extraordinarias a Javier Milei”, sentenció el comunicado del PJ, que agregó una crítica al impacto que tendría este programa sobre la soberanía económica del país.
A pesar de estas críticas, en el FMI se mantuvieron tranquilos. Según fuentes del organismo, se mostraron sorprendidos por la intensidad de la discusión política, pero no alteraron su visión sobre el acuerdo con Argentina. El directorio del FMI ya ha aprobado la propuesta del Programa de Facilidades Extendidas, que implica desembolsos periódicos destinados a fortalecer las reservas del Banco Central y a implementar reformas estructurales que el gobierno de Milei considera esenciales para la economía argentina.
El FMI, aunque consciente de las complejidades políticas internas de Argentina, respeta la soberanía del país para tomar sus decisiones y reconoce que el proceso legislativo debe seguir su curso. En este sentido, el organismo está atento a que la Cámara de Diputados logre la convalidación del DNU y que el oficialismo logre una media sanción que permita que el programa continúe su marcha.
Para el gobierno de Javier Milei, la negociación con el FMI es fundamental para poder avanzar con su plan económico, especialmente en cuanto a las reformas estructurales y la estabilización macroeconómica. El presidente y su equipo económico, encabezado por Luis Caputo y José Luis Daza, esperan que el Fondo apruebe el “Staff Level Agreement” (SLA), una aprobación técnica que dará inicio a los desembolsos de las cuotas de crédito para la Argentina. Estas partidas se consideran cruciales para aumentar las reservas del Banco Central, lo que a su vez permitirá al gobierno argentino abrir el cepo cambiario, una de las principales promesas de campaña de Milei.
Sin embargo, la situación interna en Argentina es tensa. El rechazo del peronismo al DNU, que se ha centrado principalmente en la figura de Cristina Fernández de Kirchner, refleja un conflicto político de larga data con el FMI. En su mandato anterior, la expresidenta había sido una de las principales críticas del acuerdo que firmó el gobierno de Alberto Fernández con el Fondo, y su actitud sigue marcando el tono de la oposición política al actual programa.
A pesar de esta oposición, en el FMI confían en que el DNU será aprobado por la Cámara de Diputados, aunque no sin dificultades. En Washington, la expectativa es que el DNU logre un dictamen mayoritario en la Comisión Bicameral del Congreso, aunque el debate promete ser largo y complicado.
El FMI observa atentamente el clima político en Argentina, pero se mantiene firme en que la estabilidad económica y la implementación de reformas estructurales son prioridades. La postura de los directores del Fondo es clara: buscan un acuerdo con sólido respaldo institucional, que permita implementar las reformas necesarias para que Argentina recupere su estabilidad económica y fiscal.
Además, el FMI cuenta con el respaldo del sector europeo, que prefiere un programa que mantenga un respaldo institucional fuerte. En tanto, los directores cercanos a Estados Unidos, como Donald Trump, han mostrado su apoyo al presidente Milei, considerando a Argentina como un aliado estratégico en América Latina. De este modo, el FMI busca que el acuerdo avance, independientemente de las diferencias políticas internas.
El secretario de Política Económica, José Luis Daza, reconoció que uno de los puntos débiles del plan es la situación del Banco Central, pero confía en que con los desembolsos del FMI, el gobierno podrá avanzar más rápido en sus reformas. Según Daza, "nuestra única debilidad es el Banco Central", pero confían en que los recursos del FMI ayudarán a superarla.
