Por Agroempresario.com
La volatilidad del dólar en Argentina se ha convertido en una preocupación central para el Gobierno, el sector empresarial y los mercados financieros. En el Ministerio de Economía sostienen que la incertidumbre podría prolongarse durante algunas semanas más, debido a una combinación de factores que afectan la oferta y demanda de divisas.
Desde el Palacio de Hacienda señalan que existen tres elementos clave que explican el fenómeno actual. En primer lugar, la falta de detalles públicos sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha generado un clima de incertidumbre. Al no conocerse los términos del acuerdo, los actores del mercado operan con información incompleta, lo que da lugar a especulaciones y fluctuaciones en el valor de la moneda.
En segundo lugar, según fuentes del Gobierno, existen sectores políticos y económicos que buscan capitalizar la incertidumbre para generar temor en el mercado. Esto ha llevado a un incremento en la demanda de dólares como activo de refugio, alimentando la escalada de las cotizaciones de los tipos de cambio paralelos.
El tercer factor es el impacto directo en el comercio exterior. La percepción de una posible depreciación del peso ha llevado a los importadores a adelantar compras para asegurarse insumos antes de una eventual suba del dólar. Por el contrario, los exportadores han optado por retener divisas a la espera de mejores condiciones para liquidarlas. Este comportamiento provoca un desequilibrio en la disponibilidad de dólares en el mercado y presiona sobre las reservas del Banco Central.
El Banco Central ha tenido que intervenir en el mercado para contener la presión cambiaria, vendiendo reservas por octava jornada consecutiva. Este drenaje de divisas, que ya alcanza los 1.361 millones de dólares, refleja la tensión existente y la dificultad de estabilizar el mercado en el corto plazo.
Sin embargo, desde el Ministerio de Economía confían en que la situación comenzará a normalizarse en las próximas semanas. Argumentan que, a medida que los importadores reduzcan sus compras y los exportadores comiencen a liquidar divisas, la oferta de dólares aumentará y la presión sobre el tipo de cambio disminuirá.
El presidente Javier Milei estimó que el acuerdo con el FMI podría cerrarse a mediados de abril, aunque fuentes económicas sugieren que podría extenderse hasta fin de mes. Esto implica que la incertidumbre podría persistir algunas semanas más, hasta que se conozcan los detalles del Staff Level Agreement y el mercado obtenga una mayor claridad sobre las condiciones que impondrá el organismo internacional.
Desde el FMI, la vocera Julie Kozack indicó que las negociaciones están avanzadas y que se están realizando consultas con el Directorio Ejecutivo. Sin embargo, no se han dado precisiones sobre la aprobación final ni sobre los posibles cambios en la política cambiaria que podría implementar el Gobierno argentino.
El ministro de Economía ha dejado entrever en entrevistas recientes que podría haber modificaciones en el actual esquema cambiario de "crawling peg" al 1% mensual, aunque no ha brindado detalles sobre las medidas que podrían adoptarse. Esto ha generado especulaciones en el mercado y ha llevado a los inversores a buscar cobertura cambiaria, impactando en las cotizaciones de los distintos tipos de dólar.
Ante esta situación, los analistas consideran que la volatilidad podría mantenerse hasta que el Gobierno defina con precisión su estrategia cambiaria. En el corto plazo, la incertidumbre podría generar episodios de tensión, aunque a mediano plazo se espera que, con la firma del acuerdo con el FMI y una mayor claridad en la política cambiaria, los mercados tienden a estabilizarse.