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Por Agroempresario.com
Las sepias de garrote ancho, conocidas por su extraordinaria capacidad para camuflarse en su entorno, han revelado una nueva y fascinante estrategia de caza, según un estudio de la Universidad de Bristol. Los investigadores descubrieron que estas criaturas no solo utilizan el camuflaje para evitar ser vistas, sino que también emplean un patrón dinámico de piel para “hipnotizar” a sus presas, permitiéndoles acercarse a ellas sin ser detectadas hasta el último momento.
El estudio, titulado “Sigilo y engaño: camuflaje adaptativo del movimiento en la caza de sepias de garrote ancho”, explica cómo estas criaturas aplican un camuflaje en movimiento durante la caza, un desafío complejo para cualquier depredador. Mientras se acercan a sus presas, las sepias colocan franjas oscuras sobre su cabeza y brazos, lo que les permite pasar desapercibidas en los momentos clave de la persecución.
El doctor Matteo Santon, autor principal del estudio, destacó que el camuflaje ha sido tradicionalmente visto como una adaptación de las presas para evitar ser detectadas por los depredadores. Sin embargo, la investigación de la Universidad de Bristol ofrece una nueva perspectiva: las sepias no solo se camuflan para ocultarse, sino que también utilizan el movimiento de su piel para engañar a sus presas y acercarse a ellas sigilosamente.
“La mayoría de las sepias recurren al sigilo para acercarse a sus presas. Gracias a la rapidez de la coloración de su piel, tienen una gama más amplia de opciones de camuflaje que muchos otros depredadores”, comentó Martin How, otro de los autores del estudio. Las sepias de garrote ancho no solo se esconden en su entorno; además, emplean un patrón dinámico y móvil de franjas para engañar visualmente a su presa durante la caza.
El estudio detalla cómo, al observar a la sepia desde la perspectiva de un cangrejo, uno de sus posibles objetivos, los investigadores demostraron que las franjas oscuras que las sepias despliegan sobre su cuerpo tienen una función camufladora, pero de una forma dinámica. El movimiento rítmico de estas franjas de color oscuro confunde el sistema visual de la presa, lo que dificulta que el cangrejo pueda detectar al depredador hasta que es demasiado tarde.
Santon explicó que, a simple vista, la exhibición dinámica de rayas puede parecer muy llamativa, pero en realidad, está diseñada para aprovechar el efecto del movimiento de las franjas, lo que genera una señal visual confusa que engaña a la presa. “Es como quedar hipnotizado por los trucos de un ilusionista experto”, comentó Santon al recordar su primera observación de una sepia cazando.
Lo realmente sorprendente de este comportamiento es que, aunque a nuestros ojos la exhibición de rayas parece obvia y destacada, en realidad es parte de una táctica para desorientar a las presas. Este patrón de camuflaje en movimiento es solo una de las muchas adaptaciones que las espigas de garrote ancho han desarrollado para cazar con éxito. Según los investigadores, al menos otros tres tipos de patrones elaborados también son utilizados por estas criaturas en sus tácticas de caza, lo que plantea la pregunta de cómo eligen qué patrón usar en cada situación.
Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para entender cómo las sepias de garrote ancho han perfeccionado su técnica de caza a lo largo de su evolución. Además, plantea la necesidad de investigar más sobre las capacidades visuales de sus presas y cómo responden a estos complejos patrones de camuflaje.
Ver a una sepia de garrote ancho en acción, utilizando su camuflaje para cazar, es una experiencia fascinante. Santon describió el momento en que observó por primera vez a una sepia cazar en libertad: “Fue una experiencia verdaderamente mágica. Ver cómo la sepia utilizaba su despliegue de rayas para cazar era como asistir a un truco de magia de un ilusionista experimentado”. Esta habilidad única en la naturaleza subraya la increíble complejidad de los mecanismos de caza de las sepias y cómo, a través de pequeños detalles, logran un éxito casi perfecto en sus persecuciones.
Este estudio resalta la importancia de observar y estudiar el comportamiento animal desde nuevas perspectivas. Las sepias de garrote ancho no solo son maestros del camuflaje para evitar a sus depredadores, sino que también han adaptado sus habilidades visuales y de caza de una forma extraordinaria que desafía nuestras percepciones de cómo funciona el mundo animal.
El trabajo de la Universidad de Bristol ha abierto nuevas avenidas en el estudio del camuflaje y el comportamiento de los depredadores en el reino animal. Este descubrimiento no sólo es relevante para comprender la biología y ecología de las sepias, sino que también podría tener aplicaciones en la tecnología de camuflaje y en la creación de materiales adaptativos que imitan las habilidades de estos animales.
