Por Agroempresario.com
En la noche del cierre de listas, el clima político en la Ciudad de Buenos Aires se volvió un campo de batalla impredecible. Lo que a primera vista parecía un proceso electoral más, se transformó en un duelo de magnitudes históricas, donde el PRO y La Libertad Avanza (LLA) libran una lucha feroz por la hegemonía en el territorio que hasta ahora ha sido un bastión indiscutido del macrismo. Esta batalla, que no solo involucra a los candidatos, sino que también arrastra consigo a pesos pesados de la política nacional, ha puesto a la ciudad en el centro de atención.
Este proceso electoral será recordado como la primera vez en más de una década en que el PRO enfrenta un riesgo real de perder su dominio en la Ciudad de Buenos Aires. La fragmentación del espectro político, con la irrupción de nuevas fuerzas y la debilidad de las tradicionales, abre un escenario incierto. Pero más allá de los movimientos tácticos de los actores principales, lo que resalta en este cierre de listas es la irrupción de un competidor inesperado: el peronismo.
La alianza entre el PRO y La Libertad Avanza (LLA) ha sido tensa desde sus primeros movimientos. En este cierre de listas, la batalla entre los Milei y los Macri se ha intensificado. Mientras que Javier Milei aceptó el apoyo de Mauricio Macri en la segunda vuelta de 2023, lo hizo con una expectativa que nunca se materializó: la posibilidad de influir en las decisiones del nuevo gobierno. Sin embargo, lo que nunca anticipó Macri fue que los Milei, con la ayuda de la hermana de Javier, Karina, se enfocarían en tomar el control de la capital, que ha sido siempre la base del poder del macrismo.
El PRO, que en 2027 cumplirá 20 años en el gobierno de la ciudad, enfrenta hoy una crisis interna sin precedentes. Lo que antes parecía inamovible, la hegemonía de la centroderecha en Buenos Aires, ahora está seriamente amenazada por el crecimiento de LLA. Esto no es una batalla solo por los votos, sino también por el control de un recurso político y financiero vital para ambos sectores: la Ciudad de Buenos Aires.
La fragmentación de la centroderecha porteña, liderada por el PRO, ha dejado al descubierto una crisis de identidad. El desdoblamiento del calendario electoral, que originalmente buscaba neutralizar los efectos de las elecciones nacionales, terminó por acentuar las divisiones internas dentro del PRO. La falta de consenso sobre los candidatos ha sido evidente. Los dos principales postulantes del macrismo, María Eugenia Vidal y Fernán Quirós, decidieron no participar en la contienda. En su lugar, los Macri optaron por una figura de consenso dentro del PRO: Silvia Lospennato, quien será la candidata principal en esta batalla.
Lospennato, que en 2023 apoyó a Horacio Rodríguez Larreta, es vista como una figura moderada, pero su inclusión en la lista ha generado dudas. ¿Será suficiente para sostener la influencia del PRO en la ciudad? El entorno macrista reconoce que el desafío es grande y que, por primera vez en muchos años, perder ante el PJ podría ser menos doloroso que caer en manos de La Libertad Avanza. La posibilidad de una derrota ante los Milei es un escenario que nadie en el PRO imaginó posible.
Uno de los actores clave en este proceso es Horacio Rodríguez Larreta, quien, a pesar de su derrota en las primarias de 2023, sigue siendo una figura relevante en la política porteña. Su decisión de liderar la lista de "Volvamos Buenos Aires", junto a Guadalupe Tagliaferri y Emmanuel Ferrario, ha generado expectativas y también muchas interrogantes sobre el futuro del PRO en la capital. Aunque la elección de Larreta fue vista como una revancha personal contra el ex presidente Macri, su figura sigue siendo vista con buenos ojos por muchos electores de la capital, que valoran su gestión al frente del gobierno porteño.
Este regreso de Larreta al ruedo electoral es un intento por recuperar terreno en un distrito que ha sido históricamente suyo. Sin embargo, las encuestas preliminares no son alentadoras para el PRO. El desafío de Larreta será demostrar que, a pesar de la crisis interna, sigue siendo una opción viable para los votantes porteños.
Mientras el PRO se fragmenta y La Libertad Avanza busca consolidar su presencia en la ciudad, el peronismo ha visto una oportunidad única. Leandro Santoro, quien encabeza la lista "Es Ahora Buenos Aires", es el principal referente de este proyecto. Santoro, que se presenta como una alternativa moderada dentro del peronismo, ha logrado posicionarse como una figura atractiva para los votantes que buscan una opción distinta a la polarización entre el PRO y LLA.
Lo que parecía impensable hace unos años, un peronismo competitivo en la Ciudad de Buenos Aires, hoy se ve como una posibilidad real. Santoro, con el apoyo de figuras clave del PJ, busca consolidarse como la principal opción de poder de cara al 2027. La crisis interna del PRO, sumada a la fragmentación de la centroderecha, le ha dado al peronismo la oportunidad de avanzar, especialmente en un escenario donde el voto se dispersa entre varias opciones de derecha.
El 18 de mayo marcará un antes y un después en la política porteña. Más allá de las consecuencias inmediatas, la elección será un reflejo de las tensiones que atraviesan la política nacional. La guerra entre el PRO y La Libertad Avanza no se limitará solo a la Ciudad de Buenos Aires; sus repercusiones se extenderán por todo el país. En especial, el PJ observa con interés cómo se desarrollan los acontecimientos en la capital, ya que un triunfo en Buenos Aires podría ser un indicio de que el peronismo tiene una oportunidad real de recuperar terreno en otras provincias clave.
Además, el impacto de esta batalla podría alterar el equilibrio de poder dentro de Juntos por el Cambio. La fragmentación del espacio, con la aparición de nuevas fuerzas como LLA y la UCeDé, pone en riesgo la unidad de la oposición. La pregunta que se hacen muchos es si, después del 18 de mayo, habrá espacio para una reconciliación entre las diferentes facciones del PRO o si la fractura será definitiva.
A medida que se acercan las elecciones, las preguntas se multiplican. ¿Es posible un acuerdo post-electoral entre los sectores enfrentados? ¿El PRO y La Libertad Avanza podrán recomponer sus diferencias después del 18 de mayo o la fractura será irreversible? Y, lo más importante, ¿cómo afectará esta disputa en la gobernabilidad de la ciudad a partir de diciembre?
La posibilidad de un acuerdo posterior entre el PRO y LLA es incierta. Las tensiones entre los Macri y los Milei, exacerbadas por la disputa porteña, podrían tener repercusiones en otras provincias, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde la batalla por la gobernación es aún más intensa.
Por ahora, lo único seguro es que el 18 de mayo será un día clave para la política porteña y, posiblemente, para el futuro político de Argentina. La lucha por la Ciudad de Buenos Aires es, más que nunca, la madre de todas las batallas.