Por Agroempresario.com
Un feroz temporal azotó el sudeste de Córdoba, dejando un saldo devastador en el sector agropecuario. Con ráfagas de viento superiores a los 100 kilómetros por hora y una intensa caída de granizo, al menos 120.000 hectáreas de soja y maíz sufrieron distintos niveles de daño, justo en la etapa final del ciclo productivo.
El fenómeno, calificado por productores como “pocas veces visto”, se extendió por un área de aproximadamente 80 kilómetros de largo y 15 de ancho, afectando localidades como Chazón, Ucacha, Laborde, Wenceslao Escalante y Monte Maíz. “El daño va del 10 al 100%, dependiendo de la zona”, explicó Arnolfo Calvo, productor de Wenceslao Escalante, quien vio cómo la tormenta arrasó por completo una de sus fincas.
El temporal golpeó en un momento crítico, cuando muchos lotes de soja estaban a solo una semana de la cosecha y otros a no más de 15 días. Los vientos y la piedra dejaron tallos al ras del suelo y maíces quebrados, utilizando la producción. “Un campo mío lo barrió completo”, lamentó Calvo, quien estimó pérdidas totales en 1.000 de las 2.000 hectáreas que trabaja.
Aunque muchos productores contaban con seguros, la compensación no cubrirá la totalidad de la cosecha esperada. “El seguro cubre, pero nunca lo que realmente ibas a cosechar”, advirtió el productor.
A la par de los daños en los cultivos, el temporal provocó serios destrozos en la infraestructura rural. Se registraron galpones derrumbados, silos de chapa dañados y silobolsas perforadas. En algunas áreas, la acumulación de granizo fue tal que, 18 horas después de la tormenta, aún se encontraban zonas cubiertas de piedra.
Durante la mañana siguiente al temporal, los productores recorrían sus campos para evaluar el impacto real. Los informes preliminares revelaron desde lotes completamente destruidos hasta otros con pérdidas parciales del 20% al 50%.
La magnitud del fenómeno también fue resaltada por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que en un reciente informe señaló que la cosecha de soja estaba a punto de comenzar en varias regiones clave del país. “El 50% de la soja de primera ya ha alcanzado la madurez fisiológica, y las regiones núcleo y Córdoba estaban próximas a iniciar la recolección”, detalló la entidad.
Mientras tanto, en redes sociales, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) mostró su solidaridad con los productores afectados. Estela Quaglia, de la Cooperativa Agrícola Ganadera de Posse, advirtió que “no hay revancha para estos cultivos, el daño ya está hecho”.
El fenómeno climático evidenció una vez más la vulnerabilidad del agro ante eventos extremos. Con la posibilidad de que este tipo de tormentas se repitan en el futuro, los productores deberán evaluar estrategias para mitigar riesgos, como la diversificación de cultivos o el uso de coberturas más amplias.
Desde Coninagro, manifestaron su apoyo a los damnificados y destacaron la necesidad de medidas para afrontar este tipo de situaciones. “Nos ponemos a disposición para enfrentar esta crisis junto a los productores de la zona”, afirmaron.
La tormenta dejó una marca imborrable en el sudeste cordobés. Ahora, los productores afectados deberán reorganizarse y buscar alternativas para mitigar las pérdidas en una campaña que, hasta el momento, prometía buenos rendimientos.