Por Agroempresario.com
El girasol y la soja son protagonistas del agro en Córdoba este mes, marcando un período crucial para el rendimiento de los cultivos. Con datos recientes que destacan avances y desafíos, el sector agrícola busca aprovechar al máximo las condiciones climáticas favorables, mientras enfrenta problemas como las plagas y el estrés hídrico.
El girasol sorprende con su desempeño excepcional. Con un 38% de los lotes cosechados, los resultados triplican el promedio histórico, reafirmando la capacidad del cultivo para adaptarse al estrés térmico e hídrico. La fortaleza del girasol lo posiciona como una pieza clave en el agro cordobés, superando expectativas y generando entusiasmo entre los productores.
La soja se encuentra en una etapa decisiva: su período crítico. La definición de su rendimiento depende de las condiciones actuales y de las lluvias recientes que llegaron en el momento ideal. Si bien los daños acumulados del verano dejaron cicatrices, el escenario actual permite albergar expectativas optimistas sobre los resultados finales de este cultivo esencial.
Las lluvias de marzo fueron un alivio para los productores cordobeses, mejorando las estimaciones de rendimiento de los cultivos estivales. Comparadas con las proyecciones de febrero, se evidencian aumentos significativos: soja con 31,1 qq/ha, maíz con 79,4 qq/ha y girasol con 25,8 qq/ha. Sin embargo, no todos los cultivos se beneficiaron por igual. El sorgo, por ejemplo, mostró una caída en su rendimiento, lo que genera preocupación en ese sector.
A pesar de las condiciones favorables, los cultivos enfrentan una batalla constante contra plagas y enfermedades. En la soja, se han detectado arañuelas, orugas y chinches, así como enfermedades como tizón del tallo y mancha marrón. El girasol continúa siendo afectado por palomas y cotorras, mientras que el sorgo enfrenta ataques de pulgón amarillo y cogollero.
El maíz y el maní también han registrado presencia de plagas como orugas y arañuela, sumando presión sobre los productores para implementar estrategias de control eficientes y garantizar rendimientos óptimos.
Los datos satelitales proporcionan una visión integral del estado de los cultivos en Córdoba. Los mapas de NDVI reflejan que las anomalías negativas han disminuido un 9% en comparación con febrero, mientras que las positivas aumentaron en la misma proporción. Estas cifras sugieren que los avances en los cultivos son reales y no solo percepciones aisladas.
El agro cordobés enfrenta un panorama mixto. Por un lado, los resultados extraordinarios del girasol y las perspectivas positivas para la soja traen esperanza. Por otro lado, las caídas en el rendimiento del sorgo y las amenazas constantes de plagas y enfermedades representan desafíos que deben ser abordados con rapidez y eficacia.
La próxima campaña será clave para confirmar si este repunte puede sostenerse y consolidarse como un impulso para el sector agrícola en Córdoba. Con lluvias estratégicas, manejos adecuados y un enfoque en la protección de los cultivos, los productores tienen la oportunidad de cerrar esta etapa con éxito y preparar el terreno para los retos que el clima y la dinámica del agro les presenten en el futuro.