Por Agroempresario.com
Las negociaciones entre el Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) entran en una semana decisiva. Con el primer cuatrimestre del año a punto de finalizar, los equipos técnicos de ambas partes trabajan contra reloj para cerrar un acuerdo que permita un nuevo programa financiero con el organismo multilateral y habilite un desembolso inicial clave para las finanzas del país.
El punto más importante de discusión gira en torno al monto del primer desembolso. Mientras que la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, había mencionado una cifra de u$s 8.000 millones, equivalente al 40% del acuerdo total —estimado en u$s 20.000 millones—, otros actores políticos proponen montos más elevados. La congresista republicana María Elvira Salazar, cercana al secretario del Departamento de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, solicitó por carta al secretario del Tesoro, Scott Bessent, que promueva un desembolso inicial de u$s 15.000 millones.
El Gobierno de Javier Milei espera que el respaldo político de Estados Unidos se traduzca en una postura favorable dentro del directorio del FMI. El ministro de Economía, Luis Caputo, ya mantuvo encuentros en Washington con funcionarios clave del Tesoro estadounidense, entre ellos el propio Bessent. Sin embargo, la situación se tensó tras declaraciones del funcionario Mauricio Claver Carone, exdirector por EE.UU. ante el FMI y actual miembro del gabinete de Donald Trump, quien cuestionó los vínculos financieros de Argentina con China, en particular la vigencia del swap de monedas con el gigante asiático.
“El swap con China es una herramienta extorsiva que debería terminarse”, dijo Claver Carone en diálogo con El Observador, al tiempo que evitó interferir directamente en la negociación con el FMI. No obstante, sus dichos introdujeron un nuevo condicionante geopolítico que podría incidir en la postura de Estados Unidos en el seno del organismo multilateral.
A pesar de estas tensiones, el staff del FMI mantendrá esta semana un segundo encuentro informal con el directorio para avanzar en un texto de entendimiento técnico con Argentina. De ese encuentro podría surgir la fecha tentativa para una reunión formal del board que defina el acuerdo y autorice el desembolso.
Desde el Gobierno argentino se insiste en que se han cumplido sobradamente los objetivos fiscales. “La meta de resultado primario se sobrecumplió y esperamos que eso sea reconocido en el acuerdo”, señalan desde el entorno del Palacio de Hacienda. Sin embargo, quedan otros aspectos técnicos por pulir, especialmente vinculados a la política cambiaria.
El Fondo ha expresado reparos respecto al nivel actual del tipo de cambio oficial y al ritmo de devaluación. En ese sentido, se discute la implementación de un esquema de bandas de flotación, que permita al Banco Central intervenir dentro de márgenes preestablecidos, brindando mayor previsibilidad al mercado sin comprometer la competitividad externa.
Otro tema clave es el cronograma de desembolsos posteriores al inicial. Aunque no hay confirmación oficial, el mercado especula con que estos pagos comenzarían recién en agosto de 2026, en coincidencia con los vencimientos del crédito firmado en 2022 durante la gestión de Alberto Fernández. Según un informe de Adcap, dichos desembolsos serían aproximadamente la mitad de los montos a cancelar en ese momento, lo que permitiría aliviar la carga financiera del país.
En el plano político, las señales también son ambiguas. Aunque se esperaba un encuentro entre Javier Milei y Donald Trump durante la reciente visita del mandatario argentino a Estados Unidos, la reunión no se concretó. Aun así, en el Gobierno consideran que el alineamiento con la Casa Blanca es sólido y podría resultar beneficioso a la hora de inclinar la balanza a favor de un acuerdo robusto.
A medida que se acerca la fecha límite del primer cuatrimestre, el Gobierno necesita definiciones. La falta de un acuerdo con el FMI podría derivar en mayores tensiones financieras, especialmente en un contexto global marcado por la volatilidad y la caída de los mercados internacionales.
Por lo tanto, esta semana no solo será crucial para las relaciones bilaterales con el Fondo, sino también para la estabilidad macroeconómica de la Argentina en el corto plazo. Un acuerdo claro, con desembolsos importantes y metas alcanzables, será clave para sostener la hoja de ruta fiscal y cambiaria del Gobierno de Javier Milei.