Por Agroempresario.com
En un contexto global de alta volatilidad y tensiones geopolíticas, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció la renovación del tramo activado del acuerdo de swap con el Banco Popular de China (PBOC) por un monto equivalente a u$s 5.000 millones. Esta medida representa un paso estratégico para reforzar las reservas internacionales y sostener la estabilidad monetaria en una etapa crítica del proceso de transición hacia un nuevo régimen cambiario.
El acuerdo extiende por 12 meses la disponibilidad de RMB 35.000 millones, que debían comenzar a reducirse desde junio de 2025, pero que ahora permanecerán a disposición del BCRA hasta mediados de 2026. El swap, que comenzó en 2009 y fue ampliado en sucesivas etapas, forma parte de un esquema más amplio de cooperación financiera entre Argentina y China, por un total de u$s 18.000 millones.
Fuentes cercanas al BCRA explicaron que esta renovación es un "rolleo" del tramo activado durante la gestión de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía, y permite evitar una situación crítica en el frente de reservas, uno de los puntos más delicados de la macroeconomía nacional.
Desde la entidad monetaria señalaron que este respaldo contribuye a “reducir los riesgos en su transición hacia un régimen monetario y cambiario consistente y sostenible”. En otras palabras, el swap brinda tiempo al Gobierno para avanzar en la salida del cepo cambiario sin precipitar una crisis en el mercado financiero, algo clave para el ingreso de inversiones y la reactivación de sectores productivos como el agroindustrial, la energía y la minería.
Además del componente técnico, el acuerdo tiene un fuerte trasfondo político. A pesar de que el gobierno argentino ha mostrado mayor alineamiento con Estados Unidos en el escenario internacional, la renovación del swap fue posible gracias al interés estratégico de China por mantener su influencia regional frente al avance de Washington.
La renovación del swap con China se posiciona así como una herramienta vital no solo para fortalecer las reservas del BCRA, sino también para dar previsibilidad en un escenario internacional desafiante, mientras se trabaja hacia una economía más abierta, competitiva y con reglas claras para el desarrollo exportador.