Por Agroempresario.com
En un nuevo paso hacia la apertura económica, el Gobierno nacional eliminó una traba histórica que pesaba sobre las importaciones de bienes de capital usados. La medida, formalizada mediante el Decreto 273/2024 y publicada en el Boletín Oficial, responde a un viejo reclamo del Departamento de Comercio de Estados Unidos y se enmarca en la estrategia del presidente Javier Milei para alcanzar un acuerdo de aranceles preferenciales con ese país.
El decreto, firmado por Milei, el jefe de Gabinete Guillermo Francos y el ministro de Economía Luis Caputo, levanta la prohibición que desde 1994 impedía el ingreso automático de maquinaria usada. Además, deroga la obligatoriedad del Certificado de Importación de Bienes Usados (CIBU), lo que simplifica significativamente los trámites administrativos.
“Las empresas podrán importar maquinaria usada de forma automática, sin necesidad de realizar un trámite”, celebró la Secretaría de Industria y Comercio, conducida por Pablo Lavigne. La eliminación de esta barrera beneficia a múltiples sectores productivos, como la industria petrolera, automotriz, gráfica y alimenticia, que podrán acceder a equipamiento sin tener que afrontar el costo de maquinaria nueva.
El secretario de Comercio, Esteban Marzorati, explicó que “el régimen anterior obligaba a muchos sectores a prescindir de tecnología por no poder costearla, afectando la competitividad y el desarrollo industrial”.
La decisión también tiene una dimensión macroeconómica: el Gobierno destacó que la medida “contribuye decisivamente a la superación de la emergencia económica”, al fomentar la competencia y reducir los precios artificiales generados por restricciones comerciales.
Esta política responde directamente a las observaciones incluidas en el informe "Barreras del Comercio Internacional" elaborado durante la administración de Donald Trump. Allí se detallaban 11 obstáculos al comercio con Argentina, entre ellos la imposibilidad de ingresar maquinaria usada, neumáticos y equipos médicos.
Milei aseguró esta semana que su administración ya cumplió “15 de los 16 requisitos” necesarios para avanzar hacia un tratado de aranceles preferenciales con Estados Unidos. La apertura a las importaciones de bienes usados representa un paso clave en ese camino, al tiempo que profundiza el perfil liberal de su programa económico.
Con esta decisión, el Gobierno refuerza su compromiso con la libertad de mercado, la reducción de trabas burocráticas y la integración comercial con potencias extranjeras.