Por Agroempresario.com
En un evento sin precedentes, legisladores de Sudamérica se reunieron en la Cámara de Diputados de Argentina para firmar un pacto que defiende la producción agropecuaria regional y critica las políticas de la Unión Europea, particularmente en relación con las regulaciones medioambientales que afectan al sector. La jornada, que tuvo lugar en el salón Pasos Perdidos, se enmarca en la Segunda Cumbre Sudamericana Global, organizada por la Fundación Barbechando y diversas entidades del sector agroindustrial.
Durante la cumbre, los representantes de Brasil, Uruguay, Paraguay, Colombia y Perú coincidieron en la necesidad de reforzar la unidad legislativa para enfrentar desafíos comunes como el proteccionismo europeo, la legislación ambiental que afecta a los productos agropecuarios y las narrativas internacionales que desacreditan la producción regional. Además, se destacó la importancia de posicionar al agro como motor de desarrollo y como potencia exportadora ante un mundo cada vez más exigente.
Atilio Benedetti, presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados de Argentina, y Ángeles Naveyra, presidenta de la Fundación Barbechando, encabezaron la apertura del evento, donde enfatizaron la importancia de generar consensos entre legisladores de diferentes países para enfrentar los desafíos globales del sector. Benedetti subrayó la necesidad de trabajar juntos para aprovechar las oportunidades en el mercado global y defender el agro de las narrativas erróneas que provienen de Europa.
El presidente del Frente Parlamentario Agropecuario de Brasil, Pedro Lupión, relató el crecimiento del bloque regional de legisladores a favor del agro, recordando que esta iniciativa surgió hace dos años en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. “No pensaba que en dos años tendríamos tanta gente, con tantos países y parlamentarios”, destacó Lupión, quien recordó que el modelo de frente parlamentario de Brasil tiene sus raíces en los años 80, cuando el país vivió una intensa lucha por el derecho a la propiedad privada para la producción agrícola. A lo largo de las décadas, este frente ha crecido hasta contar con más de 350 parlamentarios, incluyendo 304 diputados y casi 50 senadores.
Lupión también resaltó la necesidad de fortalecer la unidad legislativa de la región ante los desafíos globales, en particular, frente a las políticas de la Unión Europea que podrían afectar la competitividad del agro sudamericano. Subrayó que las soluciones para la seguridad alimentaria mundial pasan por la agricultura regional, la cual está basada en tecnologías responsables, como la siembra directa, y en prácticas sustentables que permiten una producción eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
El senador uruguayo Sebastián Da Silva, por su parte, expuso las contradicciones del discurso ambiental en torno al agro. “Uruguay es el país más grande del mundo, con menos ruralidad, y, sin embargo, tenemos trazabilidad ejemplar y una producción con un 90% de energías renovables”, destacó Da Silva. Criticó duramente las políticas de Europa, al señalar que, mientras en el continente europeo se aplican regulaciones medioambientales estrictas, la producción en Sudamérica es mucho más sustentable. “Somos infinitamente más sustentables que los europeos”, remarcó, al tiempo que denunció el doble discurso del Viejo Continente. “Ese girasolcito en la Toscana tiene ocho veces más agroquímicos que el girasol argentino”, afirmó.
Da Silva también defendió el modelo de producción sustentable del Cono Sur frente a las críticas de Europa, haciendo hincapié en que el concepto de la vaca como causante del calentamiento global es erróneo. “Hace 10 años, comer carne era malo. Hoy, el mundo se da cuenta de que es bueno, y que la vaca no tiene la culpa del calentamiento global”, expresó.
En la misma línea, el senador paraguayo Gustavo Leite resaltó que, aunque Paraguay no cuenta con una bancada agropecuaria como la de Brasil, su modelo agroexportador funciona sin restricciones ni retenciones, aportando el 40% del PIB nacional. Leite instó a que se abran más mercados para los productos paraguayos y recalcó que el mundo agroindustrial es, en última instancia, un escenario “puramente transaccional”, donde los mercados no se abren por simpatías, sino por negociaciones. “No nos abren mercados porque somos lindos, los mercados se negocian”, afirmó con contundencia.
El senador colombiano Marcos Daniel Pineda García destacó la importancia de articular políticas y estrategias comunes entre los países de la región para transformar los desafíos en oportunidades para el agro latinoamericano. Valoró la experiencia de Brasil y Argentina como ejemplos a seguir y resaltó que, aunque Colombia haya creado su bancada agropecuaria recientemente, existe un fuerte compromiso por aprender de sus vecinos y fortalecer el sector agropecuario.
El congresista peruano Eduardo Castillo Rivas, por su parte, recordó que Perú es un país netamente agrario y destacó el esfuerzo de su país por fortalecer la competitividad del pequeño agricultor a través de leyes que promuevan la asociatividad y la agroexportación. Castillo subrayó que el “boom de la agroexportación” en Perú comenzó en los años 90, gracias a un marco legal que impulsó la agricultura como un sector clave para la economía nacional.
En conjunto, los legisladores sudamericanos hicieron un llamado a fortalecer la unidad política y a construir estrategias comunes para enfrentar los desafíos ambientales y comerciales, con el fin de garantizar la competitividad y el posicionamiento del agro regional en el escenario global.