Por Agroempresario.com
El sector agropecuario volvió a reunirse cara a cara con el equipo económico nacional en un encuentro clave para repasar la situación actual, las prioridades de gestión y los reclamos históricos del campo. Representantes de la producción, exportadores y miembros de la Mesa de Enlace escucharon las explicaciones de los funcionarios sobre el modelo en marcha, mientras reiteraron su pedido de avanzar hacia un esquema sin retenciones.
La reunión se realizó en el marco de las tensiones por la liquidación de divisas y la preocupación por la rentabilidad tras la eliminación del dólar blend y las restricciones cambiarias. En este contexto, los enviados del ministro de Economía, Luis Caputo —Juan Pazo, Federico Furiase y asesores como Felipe Núñez y Martín Vauthier—, detallaron los principales lineamientos de la Fase 3 del plan económico y explicaron el horizonte de reformas que proyecta el Gobierno.
Uno de los puntos más destacados fue la afirmación de que el actual modelo “funciona con apreciación cambiaria”, según interpretaron fuentes del sector. Desde el Ejecutivo dejaron en claro que no se prevé una devaluación fuerte y que el objetivo central es consolidar la baja de la inflación antes de encarar una reducción de impuestos, incluyendo las retenciones.
"Mencionaron que el tipo de cambio tenderá a bajar y que es mejor vender granos ahora, ya que la rentabilidad aún es favorable", relató un dirigente rural tras el encuentro. Además, los funcionarios citaron como ejemplo el modelo japonés, que sostuvo la apreciación de su moneda en procesos de crecimiento económico.
En cuanto a la situación de los productores, se planteó que muchos deberán comercializar su cosecha en mayo para afrontar compromisos y costos, aunque aquellos con mayor margen financiero podrían esperar buscando mejores condiciones de mercado.
Respecto al tipo de cambio, otra fuente precisó que el Gobierno espera mantener el dólar oficial por debajo de los $1.000, utilizando herramientas de control dentro de la banda de flotación que establecieron entre $1.000 y $1.400. “No les preocupa un dólar bajo”, sintetizó uno de los asistentes.
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, destacó que "el equipo económico fue muy claro en explicar que el plan está cumpliendo sus metas" y remarcó que, una vez controlada la inflación, la baja de impuestos —en particular, de los derechos de exportación— será el siguiente paso.
Desde otras entidades rurales calificaron el encuentro como positivo, aunque advirtieron que hay puntos de disenso, especialmente en lo relacionado a la necesidad urgente de mejorar la competitividad.
Uno de los temas que tomó fuerza durante la reunión fue la reforma laboral. Los representantes del campo insistieron en la necesidad de avanzar en un modelo que limite los juicios laborales, promoviendo la adopción del fondo de cese, similar al sistema utilizado en la construcción. Esta herramienta, habilitada para todas las actividades desde 2023, permite que el empleador aporte un porcentaje del salario para que el trabajador lo reciba en caso de despido.
Paralelamente, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) presentó un informe que proyecta un escenario de fuerte crecimiento si se concretan mejoras estructurales. Según el estudio, con una infraestructura logística más eficiente, sin retenciones y con la incorporación de tecnología de punta, la Argentina podría alcanzar una producción de hasta 250 millones de toneladas de granos para 2035, lo que representaría un aumento del 57% respecto al nivel actual.
En términos de ingresos, el impacto sería significativo: las exportaciones podrían incrementarse en más de USD 17.000 millones, llevando el total a más de USD 50.000 millones anuales, una cifra comparable a los valores que hoy genera todo el complejo sojero.
Así, mientras el Gobierno avanza con su programa económico, el campo sigue esperando señales concretas para terminar de despejar sus principales dudas: estabilidad cambiaria, baja de impuestos y un marco laboral más previsible.