Por Agroempresario.com
La Argentina comienza a ocupar un lugar destacado en los mercados europeos gracias a su capacidad para combinar calidad, innovación y sustentabilidad. En un contexto donde las regulaciones ambientales son cada vez más estrictas, tres productos nacionales —carne vacuna libre de deforestación, carne vegetal de soja y bioinsumos agrícolas— están ganando terreno en países como Alemania, Irlanda y España.
Este nuevo posicionamiento no solo responde a la eficiencia productiva local, sino también a un fuerte compromiso con el cuidado del medioambiente, algo cada vez más valorado en el comercio internacional. Frente a las exigencias del Pacto Verde Europeo y las nuevas normativas sobre trazabilidad ambiental, el país muestra que puede ser un proveedor confiable de soluciones sustentables.
La carne argentina siempre fue sinónimo de sabor y calidad. Pero hoy su diferencial también pasa por el respeto al entorno natural. Alemania, uno de los mercados más exigentes del mundo, ha comenzado a importar cortes argentinos certificados como “libres de deforestación”, lo que significa que provienen de campos donde no se desmontó bosque nativo para la cría de ganado.
Esta trazabilidad ambiental es clave para cumplir con las regulaciones de la Unión Europea que entrarán en vigencia en los próximos años. La iniciativa posiciona a Argentina como pionera en producción ganadera responsable, abriendo oportunidades comerciales de alto valor agregado y reforzando su imagen de país productor consciente.
Mientras tanto, en Irlanda, el auge del veganismo y vegetarianismo impulsó una creciente demanda de proteínas alternativas. En ese contexto, la carne vegetal elaborada con soja argentina ha logrado consolidarse como una opción preferida por su perfil ecológico.
COFCO International Argentina concretó recientemente la exportación de 18.000 toneladas de soja libre de deforestación al principal fabricante de alimentos para animales del país. Esta soja no solo se cultiva sin desmontes, sino también bajo prácticas sustentables: uso eficiente del agua, rotación de cultivos y ausencia de agroquímicos dañinos. Además, todo el proceso, desde el campo hasta el puerto, está certificado como de baja huella de carbono.
El tercer protagonista del boom exportador es el sector de los bioinsumos, insumos agrícolas biológicos que reemplazan a los químicos tradicionales. En 2023, la empresa Agro Sustentable desembarcó en España con una amplia gama de biofertilizantes, biopesticidas y tecnologías inteligentes, que ya son utilizados en cultivos de alto valor.
En un país que avanza hacia un modelo agroecológico, los bioinsumos argentinos llegaron en el momento justo. Aportan eficiencia productiva, cuidado del suelo y menores residuos contaminantes, todo con certificación orgánica internacional. Este avance no solo abre nuevos mercados, sino que posiciona al país como exportador de conocimiento e innovación aplicada al agro.
Con estos productos, Argentina demuestra que es posible crecer exportando valor agregado sustentable. La competitividad ya no se mide solo en toneladas, sino en responsabilidad ambiental, tecnología y adaptación al cambio global. Europa lo reconoce, y el agro argentino responde con liderazgo.