Por Agroempresario.com
En un clima de alta expectativa, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, se presentó ante el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP) para hablar sobre los avances de la llamada "motosierra" en la reducción del gasto público, un pilar central del plan económico que impulsa el gobierno nacional. Sin embargo, su participación dejó más preguntas que respuestas, especialmente en torno a un tema candente para el empresariado: las nuevas medidas vinculadas al uso de dólares en la economía.
El círculo rojo, que esperaba escuchar al ministro de Economía Luis Caputo, se encontró en cambio con Sturzenegger. La ausencia del titular del Palacio de Hacienda, atribuida a reuniones de última hora con su equipo para definir un paquete de medidas financieras, dejó a los empresarios sin la posibilidad de obtener precisiones sobre el futuro de las restricciones cambiarias.
Durante su exposición, Sturzenegger sostuvo que “la motosierra es lo que va a permitir bajar los impuestos”. Así, defendió el recorte del gasto público como una condición imprescindible para lograr una baja tributaria sustentable en el tiempo. El ministro insistió en que el ajuste fiscal no debe ser visto como un fin en sí mismo, sino como el medio necesario para liberar recursos y dinamizar la inversión privada.
Frente a los principales referentes del mundo empresarial, Sturzenegger remarcó que la desregulación y la reducción de la burocracia son componentes esenciales para mejorar la competitividad argentina. Según explicó, la eliminación de trabas administrativas busca terminar con organismos estatales que, en su opinión, solo se autofinancian generando más burocracia y trabas a la producción.
La gran expectativa estaba puesta en la presencia de Luis Caputo, quien en días recientes había adelantado que se aproximaban cambios importantes en el uso transaccional de dólares no declarados. La intención del Gobierno sería permitir que dichos dólares puedan utilizarse de manera legal y sin sanciones para ciertas transacciones, sin habilitar su atesoramiento como en los tradicionales blanqueos de capitales.
Sin embargo, la ausencia de Caputo impidió conocer de primera mano los detalles de esta propuesta, que promete tener un impacto significativo en sectores como el automotor y el agropecuario, donde los dólares en efectivo son una moneda habitual de intercambio.
Entre los presentes circulaban versiones diversas. Algunos empresarios especulan con que la ausencia de Caputo se debía a que no quería enfrentar en público el reclamo creciente del campo respecto de las retenciones. Otros, más pragmáticos, apuntaban simplemente a la urgencia de cerrar el nuevo esquema regulatorio antes de anunciarlo.
Uno de los momentos más tensos del almuerzo se produjo cuando Marcos Pereda, presidente del CICyP y vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, reclamó públicamente una baja de las retenciones a las exportaciones agropecuarias. "Hace falta una señal clara y sostenida", afirmó Pereda, advirtiendo que el campo podría producir hasta un 40% más si se eliminara esa carga impositiva.
Sturzenegger no dejó pasar el comentario. En un intercambio que sorprendió a varios asistentes, el ministro cuestionó: "¿Estás seguro de que todo el mundo acá quiere que las retenciones sean las primeras en bajar?". Según argumentó, en sectores industriales la prioridad podría ser otra, como la reducción de costos financieros para la compra de maquinaria. Además, recordó que la agricultura extensiva pampeana no es intensiva en mano de obra, en contraposición con otros sectores más demandantes de empleo.
El cruce expuso las tensiones internas del círculo empresario y reflejó las dificultades que enfrenta el Gobierno para equilibrar intereses divergentes mientras intenta sostener su hoja de ruta económica.
El campo, motor histórico de las exportaciones argentinas, se mantiene expectante ante la posibilidad de utilizar dólares para pagar insumos y, en contrapartida, percibir parte de sus ventas también en divisas. Actualmente, si bien no hay impedimentos legales para pagos en dólares, en la práctica el circuito está restringido por regulaciones bancarias y fiscales que desalientan este tipo de operaciones.
La nueva medida que planea el Ejecutivo abriría una ventana para el uso más libre de moneda extranjera, lo que podría dinamizar la comercialización de insumos agrícolas y vehículos, pero también plantea riesgos en términos de control fiscal y prevención de lavado de dinero.
En su discurso, Sturzenegger prometió profundizar la política de motosierras con nuevas medidas de desregulación sectorial. Mencionó como ejemplo el caso de las vacunas contra la fiebre aftosa, cuyo precio en Argentina cuadruplica al de Paraguay. Si bien no dio nombres, todos los presentes entendieron que hacía referencia a Biogénesis Bagó, cuyo presidente Sebastián Bagó estaba en el evento.
Asimismo, adelantó que esta semana iniciaría conversaciones con gremios y cámaras empresarias para avanzar en esquemas de indemnización laboral alternativos, un tema que quedó habilitado tras la aprobación de la Ley de Bases pero que aún no tuvo implementación práctica.
Según trascendió, el agro será uno de los primeros sectores en ser convocados para negociar estos nuevos esquemas de relaciones laborales.
Pese al apoyo generalizado al plan económico, entre los empresarios persisten preocupaciones. Algunos sectores temen que una apreciación acelerada del tipo de cambio, producto de la política monetaria restrictiva, afecte la competitividad exportadora y retraiga inversiones.
En las últimas semanas se acumularon señales preocupantes: defaults empresariales como los de Albanesi y Celulosa Argentina muestran que el ajuste fiscal y monetario tiene costos sobre la solvencia del tejido productivo.
Por eso, aunque respaldan el rumbo general, los empresarios reclaman medidas que acompañen la transición y eviten que la economía entre en un parate prolongado.
Finalmente, el encuentro sirvió para formalizar un cambio institucional en el CICyP. Marcos Pereda dejará la presidencia, que pasará a manos de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), aunque todavía no se definió si será Mario Grinman quien asuma directamente.
El almuerzo, realizado en el hotel Alvear Icon de Puerto Madero y auspiciado por empresas como Aeropuertos Argentina 2000, Andreani, Neuss y Bplay, contó con la presencia de figuras destacadas como Alejandro Bulgheroni (PAE), Eduardo Eurnekian (Corporación América), Martín Rapallini (UIA), Martín Cabrales (Cabrales S.A.), y Juan Ignacio Nápoli (Banco de Valores).
A pesar de las ausencias y de algunas tensiones, el clima general fue de apoyo a la política de desregulación y ajuste fiscal, aunque con la esperanza de que en los próximos meses lleguen las señales que cada sector espera para dinamizar la inversión y el crecimiento.