El primer almuerzo del año del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICYP) dejó algo más que un menú gourmet y discursos formales. En el encuentro, que tenía prevista la presencia del ministro de Economía Luis Caputo —ausente a último momento—, el protagonismo se lo llevó el cruce entre el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, y Marcos Pereda, presidente del CICYP y vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
El eje del intercambio: las retenciones al agro. Pereda no esquivó el reclamo y fue directo. “El campo puede producir un 40% más, pero necesita una señal clara. Una hoja de ruta concreta hacia la eliminación definitiva de las retenciones”, afirmó. Y agregó que el superávit fiscal actual se sostiene en parte por ingresos transitorios como los derechos de exportación, que “deben formar parte de una etapa de emergencia y no de la estructura permanente”.
La respuesta de Sturzenegger sorprendió por su tono: “¿Vos estás seguro de que todo el mundo acá quiere que las retenciones sean las primeras en bajar?”, le retrucó, dejando entrever las tensiones entre sectores industriales y agropecuarios. Pero fue más allá con una frase que generó repercusiones inmediatas: “El campo no es de generar mano de obra intensiva, al menos en la agricultura extensiva pampeana”.
Desde el agro no tardaron en responder. Pereda, en diálogo con La Nación, calificó la mirada como “incompleta” y recordó que la agroindustria en su conjunto ocupa a más de 4 millones de personas. “Sin retenciones habrá más producción, más ingresos, más industria y más empleo”, insistió, citando además un estudio de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA) que estima que una eliminación progresiva de retenciones podría generar más de 400 mil nuevos empleos
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Sturzenegger, por su parte, defendió el ajuste en marcha y pidió al empresariado que se sume a la “motosierra” como socios del recorte del gasto público. Según su visión, solo un achicamiento sostenido del Estado permitirá una baja tributaria real y duradera. “Los necesitamos como socios en la motosierra”, remarcó.
Aunque evitó profundizar en medidas específicas para el agro, el ministro dejó abierta la puerta a desregulaciones puntuales, mencionando como ejemplo los sobrecostos en las vacunas contra la aftosa. También anticipó que uno de los sectores con los que se reunirá en breve para avanzar en reformas laborales será el agro.
Mientras tanto, el campo sigue esperando señales. El anuncio del Gobierno de que a fines de junio finalizará la rebaja temporal de retenciones generó inquietud, sobre todo al compararse con la eliminación de derechos a exportaciones industriales.
Agrofy