Soja: ROSARIO
$310.000 3.33%
Maíz: ROSARIO
$207.000 1.47%
Trigo: ROSARIO
$225.400 1.99%
Por Agroempresario.com
En un giro alentador para la economía mundial, Estados Unidos y China alcanzaron un acuerdo temporal para reducir los aranceles recíprocos y establecer una tregua comercial de 90 días. El anuncio, realizado en Ginebra tras dos días de intensas negociaciones, provocó un repunte inmediato en los mercados financieros globales.
Según un comunicado conjunto, la suspensión de los aranceles comenzará a aplicarse a más tardar el 14 de mayo. El representante de Comercio de Estados Unidos, Jamieson Greer, explicó que la tasa arancelaria estadounidense sobre productos chinos se reducirá del 145% actual al 30%. En reciprocidad, China bajará sus aranceles sobre productos estadounidenses hasta un 10%.
El secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent, destacó en conferencia de prensa que ambas delegaciones coincidieron en la necesidad de evitar un bloqueo económico mutuo. "Ninguna de las partes quiere una desvinculación comercial", afirmó Bessent, subrayando que los gravámenes excesivos habían generado una situación equivalente a un embargo comercial.
La tregua es vista como una señal de buena voluntad en un conflicto que amenazaba con prolongarse indefinidamente y seguir impactando negativamente en el comercio global. Los funcionarios de ambos países coincidieron en que los altos aranceles estaban provocando un efecto devastador no sólo en sus respectivas economías, sino también en la estabilidad del sistema financiero internacional.
El Ministerio de Comercio de China calificó el acuerdo como un "progreso sustancial" y enfatizó que las reducciones arancelarias responden "al interés común del mundo". Este gesto abre la puerta a negociaciones más amplias, en busca de una solución definitiva a las disputas comerciales que desde hace años tensionan las relaciones bilaterales.
En paralelo, el comunicado conjunto anunció la creación de un mecanismo permanente de diálogo para tratar los temas pendientes en materia comercial y económica. Este mecanismo se presenta como un compromiso de ambas potencias para resolver diferencias mediante el consenso y no a través de medidas punitivas.
La respuesta de los mercados financieros fue inmediata y positiva. El índice Hang Seng de Hong Kong subió casi un 3%, mientras que los principales índices bursátiles de Alemania y Francia registraron alzas del 0,7%. En Estados Unidos, los futuros de acciones escalaron más de un 2%, evidenciando el alivio de los inversores tras meses de incertidumbre.
La disputa arancelaria entre Washington y Beijing había alcanzado niveles históricos el mes pasado, cuando la administración Trump elevó los aranceles hasta un 145% en algunos productos chinos, y China replicó con un gravamen del 125% sobre las importaciones estadounidenses. Estos aranceles extremos amenazaban con paralizar un comercio bilateral que superó los 660.000 millones de dólares en 2024.
Más allá de los aranceles, la tensión entre ambos países también incluía temas estratégicos como el control de tecnologías emergentes y el combate al tráfico de opioides sintéticos, como el fentanilo, asunto que había llevado a la Casa Blanca a implementar tarifas específicas del 20% adicionales.
Las negociaciones lideradas por Scott Bessent, Jamieson Greer y el viceprimer ministro chino, He Lifeng, fueron descritas como "respetuosas y constructivas". La disposición al diálogo parece indicar que, pese a las diferencias, Estados Unidos y China reconocen la interdependencia de sus economías y la necesidad de preservar los lazos comerciales.
Este acuerdo marca un alivio momentáneo en una guerra comercial que, de no contener, podría haber tenido consecuencias devastadoras para la economía global. El mundo observa ahora con atención los próximos pasos en esta compleja relación bilateral.
