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Por Agroempresario.com
En el marco del Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), Paolo Rocca, CEO del Grupo Techint, recibió el Premio a la Trayectoria Empresaria 2025, en reconocimiento a su liderazgo y compromiso con el desarrollo industrial argentino y global. La distinción fue entregada por Luis Pagani, expresidente de Arcor, quien destacó la coherencia, visión y resiliencia de Rocca en la construcción de uno de los conglomerados industriales más importantes del continente.
En su discurso, Rocca hizo un recorrido por los orígenes de Techint, su expansión global, los valores fundacionales heredados de su abuelo Agostino Rocca, y el impacto de la industria en las comunidades donde opera. La exposición tuvo un marcado tono emocional, pero también una fuerte impronta estratégica: “La industria es la fuente de progreso del país. Es un proyecto de transformación social anclado en las comunidades”.
Durante la ceremonia, Rocca relató que su abuelo, Agostino Rocca, fundó Techint en 1945 luego de emigrar de Italia a la Argentina, en un contexto marcado por las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. El nombre del grupo, originalmente derivado de “Telex, Compañía Técnica Internacional”, reflejaba desde su origen una vocación de internacionalización.
La fecha simbólica de fundación fue adoptada el 15 de febrero de 1946, día de San Faustin, y marcó el inicio de un camino que, con solo 10.000 dólares de capital inicial, terminaría por construir un imperio industrial con presencia en más de 40 países y con aproximadamente 95.000 empleados.
“Mi abuelo perdió a sus padres a los 13 años, luchó en las trincheras de los Balcanes durante la Primera Guerra Mundial y dirigió una empresa con 60.000 empleados en el norte de Italia. Esos valores de determinación, compromiso y racionalidad todavía guían nuestro accionar”, relató el actual CEO.
Rocca subrayó la coherencia doctrinaria de Techint a lo largo de sus 80 años de vida. “Desde su fundación, mi abuelo dejó mandatos muy claros: Techint no debía invertir en armamentos, medios de comunicación ni en actividades financieras. Nos hemos mantenido fieles a esa premisa hasta el día de hoy”, afirmó.
En ese sentido, enfatizó que Techint ha centrado su actividad en sectores clave como la siderurgia, la construcción, la energía, la salud y la educación, desarrollando una cultura corporativa basada en la promoción del talento interno: “Todo el grupo dirigente de Techint surge desde adentro”.
La historia del grupo también estuvo marcada por momentos difíciles, que Rocca no eludió en su exposición. Mencionó las expropiaciones sufridas en 1972 por parte del general Livingston y en 2008 durante el mandato de Hugo Chávez en Venezuela. A pesar de estas adversidades, la empresa mantuvo su compromiso con la Argentina como sede central.
“La resiliencia fue clave. Permanecimos en el país, apostando a la reinversión constante, dialogando con los inversores, las comunidades y los trabajadores. La ambición de crecimiento se construye con consensos”, explicó Rocca, destacando la cultura de reinversión de utilidades como base del crecimiento sostenible.
Uno de los pilares del modelo Techint, según Rocca, es la educación técnica como herramienta para el desarrollo social y económico. Señaló la creación de una escuela técnica en Campana, ciudad con profundo significado familiar, donde se forman jóvenes en disciplinas clave para el mundo industrial del futuro.
“La industria debe estar arraigada en las comunidades en las que opera. Por eso invertimos en educación, porque es la herramienta que genera progreso económico, social y cultural”, remarcó el empresario.
También hizo mención al trabajo de su hermano, quien desde Italia impulsó la creación de un sistema de salud y educación con instituciones que hoy atienden a más de 1.300.000 personas por año.
La internacionalización de Techint fue otro de los ejes de su intervención. Rocca explicó que la clave de la expansión fue la capacidad de adaptar los valores originales del grupo a contextos diversos como Japón, México, Brasil, Estados Unidos, Indonesia y Rumania, sin perder la esencia.
“Lo que construimos fue posible gracias a un equipo humano extraordinario, nacido en la Argentina, que fue creciendo con integridad y energía. Yo elegí vivir y desarrollarme profesionalmente en este país desde 1987. Aquí está mi vida y mi compromiso”, expresó.
En su mensaje final, Rocca reafirmó su visión de la industria como motor del progreso nacional, no solo por su capacidad de generar empleo y valor agregado, sino por su rol en el fortalecimiento del tejido social. “La industria es mucho más que una actividad económica: es una fuerza de transformación para las comunidades”, sintetizó.
