Por Agroempresario.com
En un enfático discurso en la Jornada Nacional del Agro (Jonagro), organizada por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, redobló la apuesta y exigió al presidente de la Nación, Javier Milei, un gesto hacia el sector agropecuario. “Haga Patria y saque las retenciones”, declaró el mandatario, refiriéndose a uno de los temas más polémicos para el campo argentino: los derechos de exportación, que siguen siendo una carga fiscal de gran impacto.
En su discurso, Llaryora no dudó en calificar a las retenciones como "una de las peores medidas que puede tomar un país". Córdoba, un pilar fundamental de la producción agrícola y ganadera de Argentina, paga las retenciones de forma directa, sin acceder a las regalías que reciben otras provincias productoras. El gobernador expresó su malestar por este trato desigual y subrayó la importancia de eliminar estas cargas impositivas para que los productores puedan recuperar el control sobre los recursos que generan.
“Las malditas retenciones han sido uno de los peores impuestos, y en la mayoría de los lugares a las exportaciones se las apoya, pero aquí se las castiga. Piensen lo que sería la Argentina sin retenciones”, dijo Llaryora, haciendo un llamado a la reflexión sobre el impacto negativo de este impuesto en la competitividad de los sectores productivos.
En su alocución, Llaryora también abordó la presión del Gobierno Nacional sobre las provincias para que reduzcan su carga tributaria. Ante este reclamo, el gobernador sugirió que la reducción de impuestos debe comenzar por el propio Gobierno Nacional, que sigue manteniendo las retenciones. “Primero empiece por casa”, expresó, y destacó que las provincias deben tener el control sobre sus propios recursos, sin la imposición de medidas que afecten directamente al sector rural.
Llaryora remarcó que, si el Gobierno decide mantener las retenciones, el sector agropecuario no podrá mantener su nivel de competitividad, ni el país podrá aspirar a una producción más eficiente y sostenible. “Las retenciones tienen que ir para abajo. Y dentro de los impuestos que se dicen que van a bajar, que bajen los DEX (Derechos de Exportación). Necesitamos que los impuestos no sigan siendo un lastre para el campo”, insistió.
Uno de los puntos más resonantes del discurso fue cuando Llaryora presentó cifras concretas sobre la contribución fiscal de Córdoba al país. “El otro año, Córdoba aportó US$3500 millones, y en los últimos años más de US$40.000 millones”, destacó. El gobernador señaló que ese dinero, que hoy queda en manos del Estado, podría generar un enorme impacto positivo en la provincia si estuviera en manos de los productores.
“Si esa plata estuviera en manos de nuestros productores, tendríamos pueblos más desarrollados, habría más inversión y estaríamos produciendo alimentos para millones de personas más”, afirmó.
Llaryora también destacó la necesidad urgente de establecer un diálogo serio entre los sectores público y privado, y de buscar una reforma fiscal que permita bajar las retenciones y otros impuestos que afectan a la producción agropecuaria. Además, hizo un llamado a todos los actores políticos para que se comprometan con un cambio en la política tributaria del país.
“Hay que sentarse en una mesa sería para acordar un sistema tributario a la baja, pero sin viveza criolla. El país no puede seguir con chicanas de campaña, necesitamos acuerdos serios que promuevan el desarrollo del campo y de la economía nacional”, expresó Llaryora.
Para el gobernador, la propuesta de aumentar nuevamente las retenciones es una "locura" y un error fatal para el futuro del sector agropecuario argentino. “El Gobierno está en una campaña constante en Buenos Aires, pero no tiene sentido hablar de aumentar las retenciones, sería un error total. No lo necesita y sería un error total”, recalcó Llaryora, rechazando tajantemente cualquier intento de incrementar este impuesto que históricamente ha sido fuente de conflictos entre el campo y el Estado.
Llaryora también hizo mención de la importancia de adaptarse a las nuevas tendencias internacionales en cuanto a la sostenibilidad y la competitividad. Según el gobernador, el país está perdiendo terreno en los mercados internacionales, especialmente en la producción sustentable. Aseguró que, si no se toman medidas adecuadas, Argentina podría quedar relegada en mercados globales de primer nivel.
“El mundo va hacia la economía circular, la trazabilidad y la sostenibilidad. Si no entendemos esta tendencia, nuestros productos se venderán en mercados de segunda o tercera categoría”, advirtió.
Uno de los aspectos clave que Llaryora subrayó en su intervención fue el problema de la infraestructura. “No hay un plan federal serio. Seguimos moviendo todo en camión, y así el flete mata la estructura del negocio”, señaló el gobernador, refiriéndose a la situación crítica de la Hidrovía y la falta de infraestructura vial y portuaria. Para el gobernador, la Argentina necesita mejorar de manera urgente su logística para poder competir en los mercados internacionales.
La falta de un plan adecuado para enfrentar los eventos climáticos extremos es otro de los puntos que Llaryora destacó en su intervención. El gobernador consideró que el país debe aprovechar sus recursos hídricos para desarrollar sistemas de riego eficientes y evitar inundaciones. “Tenemos que aprovechar el agua para riego. Prefiero el agua en un canal que en un campo inundado”, subrayó.
Llaryora concluyó su discurso mencionando otro tema crítico para el campo argentino: la falta de seguros agropecuarios. “No puede ser una ruleta rusa. Si te va mal una o dos cosechas, te fuiste. No puede ser que un país cuya actividad central es la producción agropecuaria no tenga seguros adecuados”, aseguró.
En este sentido, Llaryora resaltó la importancia de contar con un sistema de emergencia agropecuaria que no sea insuficiente, sino una solución real para los productores que enfrentan riesgos constantes.