Por Agroempresario.com
El otoño de 2025 está ofreciendo condiciones excepcionales para el desarrollo de la recría pastoril, una etapa clave dentro del sistema productivo bovino que permite sumar kilos a bajo costo y con alta eficiencia. Según informes recientes del Rosgan, este es uno de los mejores otoños de los últimos años para la región central del país, un dato que cobra relevancia estratégica en el contexto actual de recomposición productiva tras años de sequía.
Los factores climáticos están jugando un papel protagónico. Las reservas de humedad son excelentes, no se han registrado heladas significativas hasta la fecha y la oferta forrajera es abundante. Este escenario habilita una intensificación sustentable de los planteos ganaderos basados en pasturas, permitiendo una recría eficiente antes del ingreso al feedlot para su terminación.
Durante los primeros cuatro meses de 2025, los campos de cría liberaron al mercado cerca de 4 millones de terneros y terneras, lo que representa un 27,5% del stock inicial reportado de 14,6 millones, frente al 23% del año anterior. Lo significativo es que el 78,6% de esos animales —unos 3,14 millones— fueron destinados a otros establecimientos de cría o a invernada pastoril, marcando un incremento de más de dos puntos porcentuales respecto a los últimos dos años.
Este aumento en los movimientos hacia sistemas de recría a campo muestra una revalorización del pasto como recurso estratégico. En abril, esta tendencia se acentuó: el 83% de los traslados de terneros fueron hacia campos de recría, contra el 78% y 79% de los dos abriles anteriores.
Este tipo de datos pone en evidencia un cambio positivo: lejos de haber una puja entre recría a campo y encierre, hay una sinergia creciente. Los sistemas combinados permiten una mayor eficiencia productiva, al ingresar al corral animales más pesados, que requieren menos días de engorde intensivo, lo que reduce costos por kilo producido.
Por su parte, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) informó que, a comienzos de mayo de 2025, el stock de animales en establecimientos de engorde a corral era de 1,93 millones, un 10% más que el año pasado en la misma fecha.
Dentro de este universo, unos 210 mil animales son novillos en etapa de terminación, un 21% más que en 2024 y un 17% por encima del promedio de los últimos tres años. Este dato refuerza la idea de que hay una mayor recría previa, lo que potencia los resultados finales del feedlot.
El mensaje es claro: más recría no significa menos encierre, sino una mejor preparación del animal para la fase intensiva. Esto genera beneficios tanto económicos como ambientales, al optimizar el uso de pasturas y reducir la presión sobre los recursos de los corrales.
Las perspectivas climáticas siguen siendo alentadoras. Los pronósticos de mediano y largo plazo anticipan lluvias periódicas durante el invierno y temperaturas dentro de los rangos normales, conformando un escenario neutral que podría finalmente consolidar los sistemas pastoriles tras tres años de sequía severa.
En este contexto, herramientas tecnológicas como las desarrolladas por el INTA resultan clave para tomar decisiones informadas. El sistema de monitoreo de crecimiento de recursos forrajeros del organismo estima, cada diez días y en tiempo real, la tasa de crecimiento de praderas base alfalfa, festuca alta y pastizales naturales en la región pampeana húmeda.
Este instrumento combina datos satelitales, estaciones meteorológicas y modelos matemáticos para generar mapas actualizados que permiten ajustar la carga animal, planificar pastoreos y detectar oportunidades para aumentar la productividad.
El control del stock de pasto es una de las claves para mejorar la eficiencia de los sistemas. Según técnicos del INTA, mantener un equilibrio entre la producción y el consumo diario de forraje por hectárea es fundamental para sostener la productividad sin degradar el recurso.
Consumir con los animales una cantidad de pasto similar a la tasa diaria de crecimiento por hectárea es uno de los principios centrales del manejo eficiente de pasturas. Además, permite reducir los costos del suplemento alimenticio, lo cual mejora los márgenes productivos sin necesidad de grandes inversiones.
En un momento donde los precios de la hacienda acompañan y la ecuación costo-beneficio vuelve a favorecer al productor, apostar por la recría pastoril es también una forma inteligente de anticiparse a los desafíos del segundo semestre.
Si bien aún queda por ver cómo evolucionará el mercado interno y externo de carnes, lo cierto es que la base forrajera hoy ofrece una ventaja competitiva que no se puede desaprovechar.
La Argentina cuenta con una enorme tradición ganadera, y esta nueva ventana productiva que abre el clima es una oportunidad para consolidar sistemas más eficientes, resilientes y rentables. Apostar a la recría es apostar al desarrollo ganadero sustentable.