Por Agroempresario.com
En una nueva estrategia para dinamizar la economía, fomentar el consumo y atraer los dólares no declarados que permanecen fuera del circuito financiero, el ministro de Economía, Luis Caputo, propuso que las empresas comiencen a ofrecer ventas en cuotas denominadas en dólares. Esta medida, según adelantó el propio funcionario en su cuenta de X (ex Twitter), podría convertirse en un punto central del paquete de iniciativas oficiales orientadas a la remonetización de la economía argentina.
Caputo compartió una imagen de su encuentro con Martín Galdeano, presidente de Ford Argentina, y allí planteó que "toda empresa que venda en cuotas en dólares va a tener un salto importante en su demanda". La frase fue interpretada como una señal clara hacia el mercado, en medio de los esfuerzos del Gobierno por estimular el uso de los dólares que, según estimaciones oficiales, los argentinos guardan “en el colchón” y que representan entre el 33% y el 66% del Producto Bruto Interno (PBI).
Esta propuesta forma parte del conjunto de medidas que se habían preparado para anunciarse la semana pasada, pero cuyo lanzamiento fue demorado por razones políticas, según fuentes del Ministerio de Economía. La intención oficial es evitar que el paquete se interprete como electoralista, en el marco de las campañas legislativas de medio término.
Aun así, las medidas siguen en evaluación y, según afirmó el presidente Javier Milei, se darán a conocer "cuando estén técnicamente impecables". En palabras del mandatario: “Tenemos que chequear todas las instancias y estar seguros de que esto va a funcionar”.
Hoy, las terminales automotrices en Argentina no otorgan créditos de manera directa. Las operaciones de financiamiento suelen realizarse a través de compañías financieras asociadas, como Toyota Compañía Financiera o Mobilize, en el caso de Renault. Sin embargo, todas ellas operan bajo regulaciones estrictas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Para que la iniciativa prospere, será necesario que el BCRA flexibilice sus normas y permita una mayor disponibilidad de créditos en dólares, incluso para empresas no financieras o particulares. Según explicó el tributarista Sebastián Domínguez, socio de SDC Asesores Tributarios, el desafío radica en el riesgo cambiario que implica endeudarse en dólares sin generar ingresos en esa moneda.
"Es un tema delicado, porque si alguien que no genera dólares toma un préstamo en esa moneda, puede no poder comprar los dólares para cancelar los intereses y el capital si hay una devaluación importante", advirtió. Y agregó: “La libertad de elegir en qué moneda endeudarse implica analizar las perspectivas económicas futuras y la posibilidad de asumir riesgos”.El incentivo para el uso de dólares en negro
Más allá del plano técnico y financiero, la propuesta busca seducir a quienes poseen dólares no declarados para que los vuelquen al circuito formal, especialmente en operaciones de consumo como la compra de vehículos, electrodomésticos o inmuebles. Milei fue directo al respecto: "A mí no me importa de dónde sacó los dólares. No me importa en lo más mínimo".
El Presidente reafirmó su idea de que no se debe “mezclar la cuestión del delito con la cuestión de la economía”, diferenciando claramente las decisiones económicas de los criterios judiciales. “La economía tiene la lógica de la economía”, sostuvo, y agregó que quienes lograron evadir el “impuesto inflacionario” y resguardar sus ahorros no son delincuentes, sino personas que supieron proteger su capital frente al avance del Estado.
El respaldo político a esta propuesta se da en un momento particular. Milei celebró que “es la primera vez que hay superávit fiscal, una cantidad de dinero fija y, al mismo tiempo, tipo de cambio libre”. Este contexto, a su entender, ofrece una ventana de oportunidad para atraer capitales privados y reducir la desconfianza estructural que arrastran los argentinos hacia el sistema bancario y el peso.
El propio Caputo también vinculó la iniciativa a la posibilidad de aumentar el consumo en sectores estratégicos como el automotriz. La reunión con Galdeano de Ford no fue casual: se trata de una industria que mueve grandes volúmenes y requiere planes de financiamiento para sostener la demanda en un mercado golpeado por la recesión.
La opción de vender en cuotas en dólares abre un abanico de oportunidades, pero también riesgos importantes. Un salto del tipo de cambio, por ejemplo, podría poner en jaque a los compradores endeudados en moneda extranjera que no tengan ingresos dolarizados. Domínguez advirtió que “si hay un salto del tipo de cambio, en todo caso ya tiene los dólares para cancelar las cuotas. Depende de cada situación”.
Por eso, los especialistas sugieren avanzar con marcos regulatorios claros y seguros que permitan evaluar caso por caso, tanto desde el punto de vista crediticio como impositivo.
Desde el sector privado, algunas empresas ya comenzaron a analizar la posibilidad de adoptar esta modalidad. “Hay un sector de la población que tiene dólares y hoy no encuentra formas atractivas para utilizarlos. Si la oferta en cuotas en dólares se reglamenta bien, puede dinamizar no solo el consumo, sino también la producción”, comentaron desde una concesionaria de autos en Buenos Aires.
En definitiva, lo que Caputo y Milei promueven es un paso concreto hacia una economía más bimonetaria, sin forzar una dolarización formal pero reconociendo la preponderancia del dólar como unidad de ahorro y referencia de valor para los argentinos.
Aunque aún no hay una fecha exacta para el anuncio formal, el Gobierno da señales claras de que el camino será permitir mayor libertad monetaria, menores restricciones y nuevas herramientas para que los dólares en poder del público vuelvan al sistema sin castigo ni imposiciones.
“El que pudo zafar, genial, no lo tengo que castigar porque pudo huir del ladrón”, dijo Milei. Una declaración provocadora, pero que resume con crudeza la lógica detrás del plan económico del oficialismo: premiar al que se resguardó del sistema, y atraerlo nuevamente con incentivos reales.