Por Agroempresario.com
En la era donde la gastronomía urbana se volvió un arte en sí mismo, la hamburguesa dejó de ser una comida rápida para transformarse en un ícono de sabor, identidad y oficio. En esta Masterclass exclusiva organizada por Foodit, Rodolfo “Rodo” Cámara, fundador de The Food Truck Store (TFTS) y pionero del movimiento hamburguesero argentino, comparte todos los secretos que definen a la hamburguesa perfecta: desde la elección del corte de carne y el pan ideal, hasta la receta de su famosa salsa Mil Islas.
Rodo Cámara no es un chef más. Proveniente de una familia dedicada a la gastronomía, comenzó su camino con un simple food truck en 2014. Hoy, The Food Truck Store es una marca con locales en Argentina y Estados Unidos, y una de las grandes responsables del boom hamburguesero en el país. Además de TFTS, Cámara es creador de iniciativas como Somos Hamburgueseros y la Academia de Hamburguesas, espacios dedicados a la formación y difusión de la cultura burger.
“Para mí, una buena hamburguesa no es moda. Es técnica, respeto por el producto y saber qué querés lograr”, resume Rodo, quien en esta clase no se guarda ningún secreto.
Todo empieza por la carne. Según Rodo, la base de una buena hamburguesa está en el blend, es decir, la combinación de cortes. Su recomendación para quienes recién empiezan es clara: “Pedile al carnicero roast beef picado. Si querés dar un salto, mezclalo con tapa de asado: suma grasa, jugosidad y ese sabor parrillero que todos amamos”.
El equilibrio entre carne magra y grasa es fundamental: un buen blend debe rondar entre un 70-80% de carne y un 20-30% de grasa. Esa proporción permite que la burger se cocine sin secarse y mantenga toda su intensidad de sabor.
En su clase, Cámara insiste en que la cocción ideal se logra en plancha de hierro o acero a fuego fuerte. Esto permite que la carne se selle rápidamente, concentrando jugos y desarrollando una costra dorada irresistible. “Dos o tres minutos por lado son suficientes. No hay que apretarla ni moverla demasiado. Hay que dejarla quieta para que caramelice”, explica.
También enseña cómo preparar smash burgers, hamburguesas de entre 80 y 100 gramos que se presionan contra la plancha para generar mayor contacto con el calor y una costra crocante única.
El pan no es un detalle menor. Rodo prefiere el brioche, por su equilibrio de dulzor y textura: “Se amalgama perfecto con la carne, sostiene el jugo y aporta suavidad. Lo tostamos apenas en plancha para que no se humedezca”.
Ese tostado ligero aporta una base crujiente que realza cada bocado.
El topping define el carácter de cada hamburguesa. En la Masterclass, Rodo prepara tres estilos:
Clásica: con cheddar y cebolla en pluma.
Smash burger: crocante, con queso cheddar bien fundido.
Oklahoma style: con cebolla finísima prensada sobre la carne desde el inicio de la cocción.
Pero hay más. El chef comparte los distintos estilos de cebolla que se pueden usar:
Cruda (en brunoise o pluma)
Caramelizada (con manteca y azúcar)
Crispy (rebozada con harina tras paso por leche)
En aros (de 0,5 cm, ideales para sumar volumen y crocancia)
Además, recomienda siempre incorporar panceta para sumar crocantez: puede hacerse en la plancha a fuego bajo o incluso en microondas entre papeles de cocina.
Si hay algo que no puede faltar en una buena burger es cheddar americano. Su capacidad para fundirse y adherirse a la carne lo convierte en el queso perfecto. “Aporta cremosidad sin invadir el sabor de la carne”, señala Rodo.
¿Y la estrella secreta? La salsa Mil Islas, una receta clásica del mundo burger estadounidense que Rodo adaptó y perfeccionó con su toque personal. En la clase comparte su preparación paso a paso, revelando por qué esta salsa se transformó en el sello inconfundible de sus hamburguesas.
A lo largo de esta masterclass de Foodit, Rodo Cámara deja en claro que el mundo de las hamburguesas es mucho más que un fenómeno gastronómico pasajero. Es una cultura, una técnica, una forma de expresión que exige precisión y amor por el detalle. “Una buena hamburguesa es una experiencia. No se trata solo de ingredientes, sino de cómo los tratás y cómo los combinás”, asegura.
Con su trayectoria, su honestidad y su compromiso con la calidad, Rodo se convierte en un verdadero embajador del universo hamburguesero argentino. Su mirada no solo inspira a cocineros amateurs, sino también a profesionales que encuentran en esta cocina urbana una forma de identidad.