Por Agroempresario.com
En una nueva estrategia de fortalecimiento de relaciones exteriores, el Gobierno nacional oficializó la designación de dos embajadores para representar a la Argentina en países clave del continente asiático. Mediante los decretos 348/2025 y 349/2025, publicados en el Boletín Oficial y firmados por el presidente Javier Milei y el canciller Gerardo Werthein, fueron nombrados Enrique Ignacio Ferrer Vieyra como embajador en Kirguistán y Ramiro Hernán Velloso en Kuwait.
Ambos funcionarios ya forman parte del equipo diplomático conducido por Gerardo Werthein en el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, y ahora suman nuevas responsabilidades en destinos estratégicos para la política exterior argentina, especialmente en el plano de las relaciones multilaterales y el comercio internacional.
Con una vasta trayectoria diplomática, Enrique Ferrer Vieyra fue designado como embajador extraordinario y plenipotenciario en la República Kirguisa, sin dejar sus actuales funciones en la Federación de Rusia, cargo que ejerce desde marzo de 2024. Kirguistán, ubicada en el corazón de Asia Central, representa un punto de interés geopolítico por su cercanía a países como Kazajistán, Tayikistán y Uzbekistán.
La designación de Ferrer Vieyra se produce tras la salida de Eduardo Zuain, quien había sido nombrado durante la gestión de Alberto Fernández. El nuevo embajador recibió el beneplácito de las autoridades kirguisas, cumpliendo con los procedimientos diplomáticos internacionales. La decisión también fue avalada por la Dirección General de Asuntos Jurídicos del Ministerio.
Graduado del Instituto del Servicio Exterior de la Nación, Ferrer Vieyra cuenta con un título en Derecho y un Diploma en Estudios Internacionales de la Universidad de Londres. Su carrera incluye destinos relevantes como Estados Unidos, Reino Unido y Suiza, y una activa participación en foros multilaterales. Entre 2016 y 2018 fue director de Asuntos Económicos Multilaterales, además de desempeñarse en la Embajada Argentina en Estados Unidos entre 1992 y 1997.
También trabajó en la Misión Permanente ante los Organismos Internacionales en Ginebra, entre 2012 y 2016. En su paso por el Ministerio, fue jefe de Gabinete del Subsecretario del Mercosur y participó en el Punto Nacional de Contacto ante la OCDE, en relación con las directrices para empresas multinacionales.
El segundo nombramiento oficializado es el de Ramiro Hernán Velloso como embajador extraordinario y plenipotenciario en el Estado de Kuwait, una nación clave del Golfo Pérsico por su influencia en el mercado energético global y sus vínculos con países de alto poder adquisitivo.
Hasta ahora, Velloso se desempeñaba como ministro plenipotenciario de primera clase y fue trasladado desde su cargo como Subsecretario de Promoción de las Exportaciones, cargo que ocupaba en la cartera de Relaciones Exteriores. Esta designación implica una nueva misión con rango de jefe de Misión, de acuerdo con la Ley del Servicio Exterior de la Nación N° 20.957.
Con experiencia en comercio internacional y negociación de tratados, Velloso fue uno de los funcionarios que había sido designado por la excanciller Diana Mondino y luego fue ratificado por la actual administración, a pesar de los recambios impulsados por Werthein.
Cabe destacar que, en el marco del recorte y reorganización del Servicio Exterior impulsado por la Casa Rosada, varios funcionarios fueron desplazados o reubicados. Entre ellos, los subsecretarios Mariano Vergara (Asuntos Latinoamericanos), Marcia Levaggi (Política Exterior) y Gabriel Martínez (Negociaciones Económicas Internacionales), quienes también formaban parte del esquema anterior. La “motosierra diplomática”, como se denominó informalmente, busca reducir costos, limitar gastos de representación y restringir los viajes al exterior.
Las designaciones de Ferrer Vieyra y Velloso no solo refuerzan la presencia de la Argentina en Asia, sino que también evidencian una política exterior enfocada en fortalecer la representación nacional en regiones estratégicas para el comercio y la cooperación bilateral. Tanto Kirguistán como Kuwait ofrecen oportunidades para la exportación de bienes y servicios argentinos, además de ser relevantes en los equilibrios geopolíticos regionales.
En el caso de Kuwait, la posibilidad de generar acuerdos energéticos y de inversiones es central para los planes de inserción internacional del Gobierno. En cuanto a Kirguistán, su participación en organizaciones como la Unión Económica Euroasiática y su cercanía con China y Rusia lo convierten en un interlocutor relevante en el contexto de la competencia global entre potencias.
Ambas representaciones permitirán también posicionar a la Argentina como un actor activo en la promoción de su agroindustria, energía, tecnología y talento humano, ejes señalados por Werthein como prioritarios durante su gestión.
En suma, estas decisiones diplomáticas buscan consolidar una red de vínculos internacionales alineada a los intereses económicos y geopolíticos del país. Con embajadores experimentados y un esquema más austero, el Gobierno apuesta a una política exterior eficiente, focalizada en la apertura de mercados, el fomento de inversiones y el posicionamiento estratégico de la Argentina en el mundo.