Soja: ROSARIO
$317.000 2.26%
Maíz: ROSARIO
$209.700 -0.14%
Trigo: ROSARIO
$234.800 2.09%
Por Agroempresario.com
La zafra de terneros avanza y con ella emerge una oportunidad estratégica para los criadores: reponer vientres jóvenes a partir del valor creciente del ternero, dejando atrás la lógica del refugo de vacas. Esta alternativa, cada vez más consolidada, no solo mejora las ecuaciones económicas sino que también promueve una reposición genuina, fundamental tras años de caída en el stock de hembras.
Desde el Rosgan (Mercado Ganadero de Rosario), técnicos especializados resaltan que la relación de precios entre una vaquillona preñada y un ternero macho de 180 kilos se encuentra entre las más favorables de los últimos años, con un cociente de 1,9. En términos prácticos, con la venta de menos de dos terneros, un productor puede acceder a un nuevo vientre joven, lo que representa una ecuación rentable y sustentable.
En la subasta de mayo, el ternero Rosgan cotizó alrededor de $3.500 el kilo, marcando una suba interanual del 24%, superando ampliamente la mejora de los vientres, que fue del 18%. Esta diferencia positiva para la invernada permite consolidar una reposición que no comprometa la estructura futura del rodeo.
En contraposición, si se continúa pensando en reponer a través de la vaca vacía de descarte, la ecuación se vuelve menos atractiva. Actualmente, el valor de una vaquillona preñada ronda los $1.200.000, mientras que el kilo de vaca vacía se ubica entre $1.100 y $1.200. Esto lleva la relación de reposición a 2,6, es decir, se necesitan vender más de 2.5 vacas para reponer un vientre. A pesar de que la relación está por encima del promedio histórico (2.36), no resulta conveniente si se considera el impacto sobre el stock reproductivo.
Es importante destacar que estos valores no deben analizarse de forma aislada. Como señala el Rosgan, cuando la relación de reposición se muestra baja y favorece la compra, es crucial analizar si este fenómeno responde a una subvaluación del vientre o a una sobrevaloración del refugo. En años como 2019, 2020 y 2021, la vaca refugo ganó protagonismo debido a la alta demanda exportadora, lo que mejoró los ingresos del criador pero también contribuyó a una fuerte extracción de vientres, reduciendo considerablemente el stock.
La reposición basada en el valor del ternero, en cambio, permite mantener e incluso aumentar el rodeo sin sacrificar las bases productivas de la cría. Esta estrategia se alinea con la necesidad urgente de recuperar hembras tras cinco o seis años de caída sostenida del stock.
A pesar de que el escenario actual es propicio, los precios de los vientres todavía no reflejan completamente un movimiento decidido por parte de los productores hacia la reposición. La incertidumbre climática y la inercia de años de liquidación pueden estar influyendo. No obstante, las condiciones de mercado indican que es el momento ideal para apostar a reconstruir el rodeo.
El mensaje del Rosgan es claro: hay una oportunidad histórica para iniciar una nueva etapa en la ganadería argentina, con una estrategia que privilegie el largo plazo, evite la descapitalización productiva y fortalezca la sostenibilidad del sistema.
La reposición genuina, basada en el valor del ternero, no solo responde a una lógica económica, sino también a una mirada estructural del negocio ganadero. Es tiempo de pensar más allá de la coyuntura y proyectar una ganadería que crezca con base sólida, apostando a la eficiencia y al futuro.
